lunes, 29 de marzo de 2010

Suspiros de Rossa / Sospiri di Rossa



He hecho estos pastelitos para enviárselos como regalo a mi querida amiga Rossa, que vive en Lisboa. Rossa se llama en realidad Hortensia, pero más que como la flor de su nombre yo la veo como una Dalia roja, todo fuego como su pelo rojo, y todo misterio como sus ojos de color océano que nunca he sabido muy bien de qué color exacto son.
Aprovechando que un compañero de trabajo tenía que viajar a Lisboa pensé en enviarle a Rossa algo hecho por mí para darle una sorpresa, ya que en su cumple ni siquiera me acordé de felicitarla. Quería algo exótico y aromático pero sin resultar demasiado cargante, y desde luego el chocolate no podía faltar porque a mi amiga le encanta.
La consistencia del relleno está entre la de los pasteles de dátiles que se hacen en todo el magreb y la del mazapán, pero también recuerda a los dulces típicos de Siena (Panforte y Panpepato), y a los chocolates alemanes rellenos de mazapán. Lo del coco es imitación de los Lamingtons, bocaditos cuadrados muy típicos en Australia y Nueva Zelanda.


Son un bocado dulce, contundente y aromático. Esto lo puedo afirmar porque reservé un par de ellos para hacerles el control de calidad (perdóname Rossa, por este pequeño robo y por exhibir de esta manera tu regalo) y en casa nos han gustado muchísimo, así que pienso repetir y os los recomiendo.


Ingredientes:


125 grs. de dátiles

75 grs. de nueces

75 grs. de almendras

60 grs. de harina de almendras

2 huevos

2 cucharadas soperas de miel

2 cucharadas soperas de azúcar moreno

Ralladura de una naranja + 2 cucharadas soperas de zumo

200 grs. de chocolate de cobertura

Coco rallado para decorar



Preparación:



Picar finas las nueces y las almendras pero sin reducirlas a polvo. Igual con los dátiles, cortar en cubitos muy pequeños (mejor a cuchillo o tijera que con procesador) sin que lleguen a hacerse una pasta.


Añadirle la harina de almendra, el zumo y la ralladura de la naranja, la miel y por último la harina de almendra, removiendo con cuchara de madera hasta que ésta haya absorbido la humedad de la masa.


Colocar en molde de cake y hornear a 120º durante 30-40 minutos. Tiene que quedar apenas dorado, sin llegar a endurecerse, sólo lo justo para que el huevo se cueza y la preparación quede lo suficientemente firme como para cortarla sin que se rompan los pastelitos.


Dejar enfriar completamente en rejilla y bañar con chocolate fundido. Antes de que se seque, espolvorear con coco rallado.


Aquí el corte, un poco oscuro pero es lo que hay, soy lo peor como fotógrafa.




Aquí ya preparados en sus envoltorios, el cuenco lo compré en Ikea


Y aquí ya empaquetados y listos para viajar hacia su destinataria. Me alegro mucho de que os hayan gustado a ti y ar mascarzone, querida Rossa.










sábado, 27 de marzo de 2010

Orange Tian - Daring Bakers Marzo 2010



The 2010 March Daring Baker’s challenge was hosted by Jennifer of Chocolate Shavings. She chose Orange Tian as the challenge for this month, a dessert based on a recipe from Alain Ducasse’s Cooking School in Paris.

Mi amor por las naranjas sólo es comparable con el odio que experimento hacia la ingrata tarea de despojar de piel sus gajos. Jamás me ha gustado. Si tengo que hacerlo recurro al método de la puntilla que hemos visto ejecutar a tantos cocineros en televisión y voy entresacando los gajos, aunque desperdicie un poco de carne, pero este año las naranjas (al menos las que yo estoy comprando, las Solita) no son muy buenas que digamos, una vez peladas son un amasijo de pulpa más bien seca, hollejos y gajos apelotonados sin orden ni concierto, lo que me dificultó bastante la tarea y estuvo a punto de hacerme desistir. Sospecho que no soy la única a la que esto le ha ocurrido, porque hay muchas DB’s que han optado por hacer Tians de mango, de fresa, de arándanos, e incluso de plátano. Yo me encabezoné en hacerlo de naranja, con resultado no muy estético, por no decir francamente desastroso.

En fin, a lo que vamos, la receta no puede ser más sencilla: consiste en una base de pâte sablée, mermelada de naranja casera, un chantilly al que se le añade gelatina y la decoración de gajos de naranja naturales, encima de los cuales se añade una salsa de caramelo, todo ello montado al revés de como estamos acostumbrados a hacer los semifríos y similares, de modo que para servir tenemos que darle la vuelta.

No incluyo fotos del paso a paso en parte porque es todo tan sencillo que creo que no os aportaría gran cosa, pero sobre todo porque tengo que admitir que no me ha gustado mucho la elección de este mes y no he puesto ninguna pasión en la ejecución, lo cual, viendo las fotos, creo que resulta evidente. Cuando se cocina sin amor el resultado nunca es bueno. Aunque tengo que decir que, a pesar de la presencia nefasta, el sabor era delicioso. En fin, espero que el desafío de abril me entusiasme más. De momento os dejo la receta del Tian a la naranja.


La receta original se publicará a lo largo del día de hoy junto con las fotos de los trabajos de todas las DB. La podéis ver aquí.

Pâte sablée

Es una de las cosas que menos me gusta de este postre: me encanta la pâte sablée pero no como base de una tarta, y mucho menos refrigerada como en este caso porque se endurece muchísimo.
No me ceñí a la receta de Jennifer, utilicé la mía propia que es genial para galletas. De hecho, tengo un montón de ellas en el congelador hechas con lo que me sobró de la base.

Ingredientes:

310 grs de harina de repostería
152 grs de mantequilla
120 grs de azúcar
2 yemas de huevo
Ralladura de una naranja
1 cucharadita de bicarbonato
1 pizca de sal

Preparación:

Montar la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremosa y añadir las yemas poco a poco, como si se tratara del aceite de una mahonesa. Añadir la ralladura de naranja.

Tamizar la harina con la sal y el Royal y añadirlos a la preparación anterior. Amasar ligeramente, formar una bola y dejar reposar en el frigorífico al menos media hora.

Pasado este tiempo, retirar del frío, estirar a la medida deseada (en mi caso molde de aro desmontable de 26 cm diámetro) utilizando el rodillo de amasar. Yo lo hago entre dos hojas de papel sulfurizado, truco maravilloso que evita la necesidad de espolvorear harina y mantiene intacta la textura perfecta de la masa.

Hornear unos 12-13 minutos a 180º


Mermelada de naranja y salsa de caramelo de naranja

Aquí también he estado un poco rebelde y no he hecho ni lo uno ni lo otro. Tenía en la despensa un tarro de naranjas confitadas preparadas según la receta de Su, así que en vez de mermelada piqué muy finos unos trozos de naranja mojados en el almíbar de la conserva, que quedó super espeso. Podéis ver la fantástica receta de Su aquí.

Chantilly

Montamos 200 ml. de nata añadiéndole azúcar al gusto.
Ablandamos una hoja de gelatina en agua fría durante 10 minutos. Pasado este tiempo escurrimos la hoja y la calentamos durante 5 segundos en el microondas para que se licúe. Le añadimos unas cucharadas de nata para atemperarla, la removemos cuidadosamente para que se mezcle bien y la incorporamos al bol donde tenemos la nata, mezclando a conciencia.

Montaje del Tian:

Llenamos el fondo del molde con gajos de naranja.
A continuación ponemos el chantilly
Por encima de éste, una capa fina de mermelada de naranja (yo mezclé las naranjas confitadas cortadas muy finas con el chantilly)
Rematar con el disco de pâte sablée.
Reservar en el frigorífico hasta el momento de servir.


lunes, 22 de marzo de 2010

Forgotten cookies 2ª parte: Los super galletones de chocolate



Ya os presenté hace unas semanas estas cookies que son una opción muy buena para hacer unas galletas rapidísimas y aprovechar claras que nos hayan sobrado de alguna preparación.

Esta vez he probado a añadir cacao, a mezclar chocolate blanco y de cobertura, a cambiar un poco la mezcla de frutos secos y a envejecer las claras como cuando vamos a preparar macarons. El resultado es espectacular: Las galletas crecen en el horno hasta alcanzar el triple de su tamaño!




Podéis ver la receta de mi post anterior aquí. A continuación la versión de hoy, es el doble de cantidad que la original pero con algunos ajustes que me parece que han resultado muy bien.

Ingredientes:

4 claras de huevo grandes
200 grs de azúcar moreno
240 grs entre nueces y almendras crudas, cortadas en trozos gruesos
100 grs de chocolate de cobertura en trozos gruesos
150 grs de chocolate blanco
2 cucharaditas de esencia de vainilla
1 pizca de sal

Preparación:

Precalentamos el horno a 180º (160 si usamos ventilador) y preparamos dos placas con papel sulfurizado)
Se montan a nieve muy dura las claras con el azúcar y se añaden por este orden: los frutos secos, el chocolate y el extracto de vainilla, siempre con movimientos envolventes muy suaves, de abajo hacia arriba. Se colocan cucharaditas de la mezcla sobre las placas distanciándolas unas de otras porque aumentan mucho de volumen. Metemos las placas en el horno e inmediatamente lo apagamos. Las dejamos durante dos horas y las sacamos. Las pasamos inmediatamente a rejilla para que se enfríen.

El motivo de dejarlas sólo dos horas en el horno en lugar de "olvidarnos" de ellas toda la noche es que el cacao reseca la mezcla y las galletas podrían quedarnos demasiado duras. Creo que con dos horas es más que suficiente.



sábado, 20 de marzo de 2010

La masa madre... o la Madre que p*** a la masa

Tiro la toalla: después de una semana intentando que mi masa madre prosperara no me ha quedado más remedio que aceptar que ha sido colonizada por los bichitos equivocados, y no me podía ir a la cama tranquila dejando en mi cocina una forma de vida no identificada, así que he tenido que tirarla. De momento seguiré haciendo pan con levadura industrial hasta que la primavera haga de mi cocina un habitat más acogedor para esos bichitos que de momento no quieren aparecer.

Últimamente tengo siempre "mono" de hacer pan pero no el tiempo necesario, lo más que he conseguido es hacer una focaccia la semana pasada, pero si fuera por mí lo prepararía a diario. Me encanta amasar a mano, no tengo máquina de hacer pan pero no sé si me gustaría perderme el placer de trabajar la masa, ir viendo cómo leva, sentir ese perfume intenso y maravilloso que invade la cocina y sus alrededores...


"Esta noche,
como muchas sin amante,
voy a hacer pan
hundiendo mis nudillos
en la masa suave."

Haiku de Patricia Donegan


Este haiku es de un libro que leí hace 10 años y que ahora estoy releyendo: Afrodita, de Isabel Allende.

Para quien no lo haya leído, es un texto que se mueve entre lo culinario, lo erótico y lo disparatado, habla del poder sensorial de la comida y de la influencia que ésta ejerce sobre nuestras vidas.

Transcribo a continuación un par de párrafos del libro en los que Isabel allende habla del pan "la pasión de hacer pan". Los dedico a todos los que sentís esa pasión y especialmente a
Paula (Con las zarpas en la masa) , Silvia (Y sigo en la cocina) , Elvira (Los cerezos en flor) ,Vanesuky (Vanesuky entre fogones), Laura (Tentaciones) que recientemente han fundado un grupo llamado "Al olor del pan" y el tercer jueves de cada mes hornean una receta, obviamente siempre de pan. Buen fin de semana a todos.
“No recomiendo hacer pan, puede convertirse en una pasión peligrosa. (…) Como la poesía, el pan es una vocación algo melancólica, cuyo primordial requisito es tiempo libre para el alma. El poeta y el panadero son hermanos en la esencial tarea de alimentar al mundo. (…)La gente que necesita experimentar todo, aunque sea una sola vez, tarde o temprano cae en la tentación de hacer pan. (…) En un cuento de Maupassant, la joven sirvienta de una casa burguesa va con su canasto bajo el brazo a comprar el pan de cada mañana. Por un ventanuco espía al joven panadero amasando y se lleva consigo la imagen de sus anchas espaldas, sus brazos poderosos, y esas manos sensuales sobando y sobando la masa con determinación de amante. Y como es cuento de amor, su fantasía se cumple con creces. La vista de uno de esos grandes panes campesinos me trae el inevitable recuerdo del panadero de Maupassant y sus manos en la masa… (…) Hay manos y manos: unas pesadas y torpes, otras pequeñas y fuertes, otras grandes y gentiles, pero para hacer pan y para hacer el amor, lo que importa es la intención que guía la mano.
"Recuerdo la cocina de un convento de Bruselas, donde presencié, reverente, la misteriosa cópula de la levadura, la harina y el agua. Una monja sin hábito, con las espaldas de un cargador de muelles y las manos delicadas de una bailarina, preparaba el pan en moldes redondos y rectangulares, los cubría con un paño blanco mil veces lavado y vuelto a lavar, y los dejaba reposar junto a la ventana, sobre un mesón de madrea medieval. Mientras ella trabajaba, en otro extremo de la cocina se producía el sencillo milagro cotidiano de la harina y la poesía, el contenido de los moldes cobraba vida y un proceso lento y sensual se desarrollaba bajo esas blancas servilletas que, como sábanas discretas, cubrían la desnudez de sus hogazas. La masa cruda se hinchaba en suspiros secretos, se movía suavemente, palpitaba como cuerpo de mujer en la entrega del amor. El olor ácido de la masa en fermento se mezclaba con el aliento intenso y vigoroso de los panes recién horneados. Y yo, sentada sobre un banquillo de penitente, en un rincón oscuro de esa vasta habitación de piedra, inmersa en el calor y la fragancia de aquel misterioso proceso, lloraba sin saber por qué…”

miércoles, 17 de marzo de 2010

Scones de batata y chocolate




Adoro las batatas. Me gustan como guarnición de una carne asada, en puré con un hilito de mantequilla fundida y sal en escamas, y también en tartas y pasteles, cómo no. Se puede hacer con ellas dulce de batata, que queda con una textura parecida a la de la carne de membrillo, o podemos hacerlas en almíbar como en este caso. Son muy fáciles de preparar, cunden mucho y se conservan durante mucho tiempo, siempre disponibles para utilizarlas en el momento en que las necesitemos para hacer cualquier receta.

Yo llevaba tiempo detrás de hacer estos scones que encontré un día en utilisima.com y por fin me quité el antojo.

No me desilusionaron, quedan al dente por fuera y super cremosos por dentro. Juzgad por vosotros mismos.

Lo primero es tener hechas las batatas en almíbar, que como mínimo debemos tener hechas desde la víspera para que se hayan enfriado completamente.


Batatas en almíbar


Ingredientes:

1,500 kg de batatas
1 kilo de azúcar
900 ml de agua


Preparación:

Pelar las batatas y cortarlas en cubitos pequeños. Cocerlas a fuego medio en el agua y el azúcar hasta que estén tiernas pero sin que lleguen a deshacerse. Apartar del fuego, dejar enfriar completamente y envasar en recipientes de cristal herméticos junto con el almíbar resultante de la cocción. Para estas cantidades llené 4 tarros de Bormioli Rocco de los de 0,70.







Scones



Ingredientes:

600 grs de harina
1 sobre de levadura Royal
125 grs de azúcar
1 pizca de sal
150 grs de mantequilla
200 ml de nata líquida
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura de un limón (yo he puesto lima)
100 grs de batatas en almíbar
125 grs de chocolate de cobertura

Preparación:

Precalentar el horno a 180º.

Igual que cuando hacemos muffins, tamizamos y mezclamos los ingredientes secos en un bol y le mezclamos la mantequilla blanda cortada en cubitos, formando con las manos una especie de arena gruesa.


En otro bol, mezclamos el huevo, la nata, la esencia de vainilla y el zumo y la ralladura del limón, batiendo sólo hasta que esté todo perfectamente integrado. Incorporamos esta mezcla a los ingredientes secos y amasamos sólo lo imprescindible para que la masa se una. Por último añadimos la batata escurrida y el chocolate cortado en trocitos pequeños.


La estiramos entre dos hojas de papel sulfurizado hasta dejarla de unos 2 cm. de grosor. La cortamos de la forma elegida (en mi caso hice triángulos, pero quedan muy bonitos en redondo, usando un cortador alto) y colocamos las porciones en placa de horno forrada con papel sulfurizado. Horneamos durante unos 15 minutos, dejamos enfriar un par de minutos sobre la placa y pasamos a rejilla.





martes, 16 de marzo de 2010

Focaccia de yogur griego y romero


Arezzo (Italia), un día de agosto de 1994. Acabo de visitar la Basílica de San Francesco, donde se encuentran los famosísimos frescos pintados por Piero della Francesca. En una pequeña rosticceria en la misma calle donde se encuentra la pieve di Santa Maria ("pieve" originariamente es una pequeña parroquia de campo. Muchas de ellas terminaron siendo absorbidas por los burgos en constante crecimiento pero mantienen ese nombre) entro a comprar algo de comer y salgo con una porción de algo exquisito y en aquel entonces para mí totalmente nuevo: una focaccia con sal gorda y romero. Desde ese momento el romero, al que nunca le había hecho demasiado caso, pasó a ser una de mis hierbas favoritas.
Arezzo es una pequeña y bellísima ciudad italiana, que alberga tesoros artísticos de valor incalculable como los frescos de Piero della Francesca o el Crucifijo de Cimabue. En esta ciudad vivieron Petrarca, figura cumbre de las letras y la poesía italianas cuya influencia en nuestro Siglo de Oro fue notable (me atrevo a decir que a él le debe Lope de Vega sus sonetos. No el talento y la inspiración pero sí la métrica), y Giorgio Vasari, arquitecto, pintor y escritor que pasó a la posteridad sobre todo por su recopilación de biografías de artistas famosos: Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos, en el original "Vite de' più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri" Para quien no sea un apasionado absoluto del arte es un tocho bastante indigesto, pero si os gusta la historia del arte lo encontraréis curioso porque su manera de escribir biografías resulta en nuestra época casi divertida porque se aleja de todo rigor académico. No investiga ni contrasta fechas o acontecimientos, y en cambio narra anécdotas de los artistas objeto de su estudio que rayan en el cotilleo, ambas cosas muy habituales en las biografías de la época.
Parece casi una herejía, y sin embargo cuando pienso en Arezzo pienso también inevitablemente en el romero y en esa focaccia maravillosa.

La que os traigo hoy es de
La cucina di Federica, que como nota novedosa introduce el yogur griego, y a la que yo le he añadido unas agujitas de romero. Ahora ya sabéis por qué.

Y como recompensa por haberos tragado todo este rollo histórico, aquí tenéis la receta.

Ingredientes de la masa:

350 grs. de harina de fuerza
150 grs. de harina floja
1 tarrina de yogur griego Danone
30-40 ml de leche
250 ml de agua
12 grs de sal fina
10 grs de azúcar
25 grs de mantequilla
2 cucharadas de aceite de oliva
2 sobres de levadura de panadero seca


Ingredientes de la emulsión:

3 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de agua
Sal gruesa al gusto


Preparación:

Amasar rápidamente la harina con el agua en la que hemos disuelto la levadura con el azúcar. Añadir el yogur y amasar durante unos 15 minutos. Incorporar la mantequilla derretida y el aceite y amasar hasta que la masa los haya absorbido completamente. Dejar levar 2 horas (yo lo dejé 3 porque tenía otros quehaceres y quedó fenomenal, un poco más de tiempo no perjudica, sobre todo en invierno y si la cocina es fría como la mía)
Extender sobre placa, agujerear a intervalos de 3 cm la superficie y extender por encima la emulsión (yo lo hago con las manos) Dejar levar 30 minutos más y cocer a 180º hasta que la superficie esté dorada.
Queda con una costra ligeramente crujiente y el interior esponjoso que podéis ver en la foto.



domingo, 14 de marzo de 2010

Chuletas de cerdo al brandy, mermelada de tomate y pesto improvisado


Otra de mis recetas de emergencia. La preparé el sábado pasado y, modestia aparte, tuve gran éxito de crítica y público.



Ingredientes:



Chuletas de palo de buena calidad

1 chorro de buen brandy de Jerez

Sal en escamas

Mermelada de tomate (en mi caso, "Made in my despensa")

AOVE

Albahaca fresca

Queso parmesano

Piñones



Preparación:



Salamos la carne, la marcamos y echamos por encima el brandy. Mientras dejamos evaporar damos un par de vueltas a la carne, lo justo para que se termine de hacer.

Al emplatar, napar con la mermelada de tomate y poner por encima un hilo de aceite al que previamente habremos añadido la albahaca picada, el parmesano rallado... y los piñones que en el momento de la foto se me olvidaron (aquí se oyeron diversas imprecaciones en arameo cuando me di cuenta de que si me entretenía en hacer más fotos se me enfriaría la comida y tampoco luciría igual la foto) y los añadí ya en la mesa.

Alguno se estará preguntando por las cantidades, y yo en esto soy muy rigurosa: exactamente puse un poco de esto, otro poco de aquello y una pizca de lo de más allá.


:-)

jueves, 11 de marzo de 2010

Nueva imagen

Hola!
Como habréis podido comprobar, este blog se ha hecho un cambio de imagen. La autora de este nuevo diseño es nuestra querida María Lunarillos, que por un rato ha cambiado las varillas y la manga pastelera por el teclado y el ratón y me ha hecho esta maravilla que es exactamente lo que yo quería: un rinconcito de mi jardín transformado en blog. El árbol que veis en la foto es, de hecho, un pruno de mi jardín que me regalaron mi hermano, mi cuñada y mi sobri hace ahora casi 4 años. Me hizo muchísima ilusión, aunque en ese momento pensé con tristeza: "Voy a plantar un árbol, quizá escriba o no un libro, pero lo que no voy a conseguir es tener hijos." Lo que en ese momento no sabía era que sólo un año y medio más tarde se iba a producir un milagro: el nacimiento de mi hija Bianca.

Como una paradoja de lo que es la vida, mi pruno queda cada invierno a merced del frío, del viento, de la lluvia y de la nieve, desnudo y solitario en su rincón, pero cada primavera vuelve a llenarse de hojas y de flores y es un regalo para la vista y para el alma. En la cabecera de este blog lo podré ver siempre en todo su esplendor, como un recordatorio de que los malos tiempos siempre pasan, de que siempre nos espera algo mejor. La primavera, como está ocurriendo este año, puede hacerse esperar. Pero siempre llega.

Espero que a vosotros os guste este cambio tanto como a mí. Muchas gracias, María, por haberlo hecho posible.

martes, 9 de marzo de 2010

Polenta (II) Cake de limón y polenta con sirope de romero, fresas y yogur griego




Últimamente ando a la caza de recetas con un toque tradicional pero que a la vez sorprendan por su sabor y textura, y la que os traigo hoy es una de ellas. En el anterior post os hablaba de la polenta en general, sobre todo en preparaciones saladas. Pero también se pueden hacer dulces como este cake. Probadlo y os llevaréis una agradable sorpresa, es muy sencillo de preparar y es un regalo para el paladar: Sabe y huele a campo en un día de lluvia, no sé describirlo de otra manera.








Ingredientes para el cake:

175 grs. de polenta
50 grs. de harina de repostería
1 y ½ cucharaditas de Royal
¼ cucharadita de sal
2 yogures naturales cremosos

5 cucharadas de aceite de girasol
Ralladura de un limón + 2 cucharadas de zumo
3 huevos
75 grs. de azúcar
Fresas y yogur para servir

Ingredientes para el sirope:

3 ramitas de romero recién arrancado (reservar algunas briznas para decorar)
200 ml. de agua
200 grs. de azúcar

Preparación:

1. Precalentar el horno a 180º y engrasar un molde de cake de ½ litro
2. Tamizar la polenta, la harina, la levadura y la sal y reservar.
3. Mezclar en una jarrita el yogur, el aceite, el zumo y la ralladura del limón. Reservar.
4. Batir (mejor en robot) los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y añadirles la mezcla de líquidos. Seguir batiendo y añadir la mezcla de ingredientes secos hasta que todo esté perfectamente integrado.
5. Poner la masa en el molde y cocer durante unos 45 minutos
6. Mientras el cake está en el horno podemos preparar el sirope (Yo lo hice unos días antes y lo conservé en la nevera en recipiente hermético, aguanta muy bien y no pierde aroma) Llevar a ebullición el agua con el azúcar y las ramitas de romero, bajar ligeramente la temperatura y dejar cocer 15 minutos. Apartar del fuego y reservar.
7. Retirar el cake del horno, pasar un cuchillo por los bordes y dejar reposar dentro del molde unos 15 minutos. Pasado este tiempo lo sacaremos del molde con mucho cuidado y lo mojaremos con la mitad del sirope. Yo pongo una parte del almíbar en el fondo del molde, deposito dentro el cake con cuidado de que no se rompa, y después vierto por encima el resto del sirope. Espero una hora para que el cake absorba completamente el sirope y lo paso a una fuente con campana para que no se seque.

Para servir, acompañar con un poco más de sirope que hemos reservado, fresas y un buen yogur griego.







Fuente: "101 cakes & bakes" de BBC Books, con modificaciones.

domingo, 7 de marzo de 2010

Polenta (I)

***Nota: por sugerencia de mi amiga Silvia, del maravilloso blog "Y sigo en la cocina", con esta receta participo en el concurso "Come mai?" de Lazyblog , simpático blog que he descubierto gracias a esta recomendación de Silvia***

Para quienes no estéis familiarizados con ella, la polenta es muy popular en Italia, donde desde la antigüedad se sabe de su consumo en forma de gachas de harina de centeno o de farro (glorioso antepasado de nuestro actual trigo) Los griegos preparaban un plato similar con harina de cebada.

Fue alimento primordial para las legiones romanas. Para entonces ya se elaboraba con harina de trigo, llamada pullen, de ahí se derivan los términos pulls, pullmentum y posteriormente pullenta. No comenzó a elaborarse con harina de maíz hasta finales del siglo XVII, más de doscientos años después de que el maíz llegara a Europa tras el descubrimiento de América. Los venecianos insisten en que mucho antes ellos ya tenían dulces muy rudimentarios elaborados con harinas amarillas, seguramente procedentes del comercio con Oriente, y afirman que en el siglo XVI, en la región de Friuli Venezia-Giulia ya se preparaba polenta utilizando grano sarraceno. Pero lo cierto es que fue en España, concretamente en Andalucía, donde se empezó a cultivar el maíz unos treinta años después de que Colón lo trajera de América, y fueron los barcos que zarpaban desde el golfo de Vizcaya los que lo llevaron al resto de Europa, cambiando por completo la base de este plato hasta llegar a lo que es en la actualidad: una sémola de maíz muy fina que se consume cocida en agua, caldo, leche o en una mezcla de estos líquidos, y con diversos grados de consistencia y múltiples utilizaciones, todo según el lugar donde nos encontremos. Porque es muy popular en Italia, como os decía antes, pero también en Suiza, Croacia, Bosnia, Eslovenia, Portugal (Isla de Madeira sobre todo), y en casi toda América latina. No os voy a dar todas las recetas posibles porque sería casi como intentar condensar en un post todos los platos hechos con pasta, os dejo sólo un par de ejemplos de dos lugares geográficamente muy distantes y si tenéis curiosidad podéis investigar por la red donde encontraréis miles de posibilidades.

Donde yo nací, en Uruguay, se toma con tuco (salsa de tomate muy especiada) y queso parmesano, o con jamón y queso fresco que se funde con la polenta calentita. Así es como me la preparaba mi Madre y me encantaba.

En Toscana, la región de Italia donde viví unos años, la utilizan como guarnición para la caza (liebre, jabalí) A mí me encantaba tomarla con ragù (lo que aquí llamamos salsa boloñesa pero muuuuuuucho mejor) y funghi (setas según temporada y disponibilidad, lo más fácil es que sean porcini, es decir, boletus) y así es como está preparada en la foto que encabeza este post.

Reservé un trocito para hacer la versión suave con jamón, quesitos y tomate triturado para mi hija, que la devoró sin contemplaciones:



Aproveché que tenía en el congelador ragù ya preparado y setas, así que el plato se monta en un abrir y cerrar de ojos.

La polenta tradicional requiere mucho tiempo de cocción, yo utilicé una precocinada que no lleva más que 3 minutos de cocción, y la proporción de líquido es de 3:1, en este caso 250 grs. de polenta y 750 ml entre caldo casero de verduras y ave (también con la etiqueta “Made in my congelador”) y leche (doble de caldo que de leche)

Una vez que está cocida la ponemos en un molde de cake y esperamos a que se enfríe.

Cuando ya esté fría, la cortamos en rebanadas como un cake o en cubitos, tiras, etc. y la gratinamos hasta que esté crujiente y doradita por fuera. La servimos sin perder tiempo con las salsas de nuestra elección y ¡A comer!
En el siguiente post, una receta dulce con polenta.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Este blog cierra unos días por catarro


Hola a todos,

disculpadme si en los próximos días no comento vuestras entradas y no publico nada nuevo, pero es que los mocos no me dejan pensar ni cocinar como Dior manda.
Hubiera querido sobre todo comentar todos los posts de mis compañeras Daring Bakers pero no he tenido fuerzas y me da que ya he perdido ese tren. Daos todas por felicitadas, ok?

Dentro de unos días vuelvo a la carga, vosotros sed buenos y cocinad mucho y bien. Abrazos para todos/as.