Como veréis por las fotos las picotas son espectaculares, se nota que están seleccionadas una por una, no he probado mejores picotas en mi vida, tanto que mi intención inicial de congelar una parte para poder darme un capricho repostero en invierno no sé si podré llegar a cumplirla.
El licor es exquisito, incluso tomado frío te calienta hasta las entrañas y te inunda el paladar y la nariz de un aroma rojo e intenso a esta fruta maravillosa.
Del libro, por último, voy a sacar mucho partido porque está lleno de buenas ideas.
Os dejo unas fotos del premio.