Mostrando entradas con la etiqueta Bruschette. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bruschette. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de octubre de 2011

Bruschetta de queso Brie con mermelada de cebolla



Hoy fabsfood está de oferta, os traigo dos recetas por el precio de una.

:-)



Bromas aparte, no podía traeros la receta de esta bruschetta y no dejaros también la receta de esta mermelada maravillosa, que es de esas preparaciones que a mí me gusta llamar “fondo de armario”. Son esas recetas sencillas pero especiales que una vez las conoces y las pruebas se transforman en una necesidad. Me ocurrió como con la mermelada de café, el lemon curd, el jengibre y los cítricos confitados, y un largo etcétera de conservas que cuando sabes que tienes un tarrito preparado te dan cierta tranquilidad de espíritu.



Bruschetta de queso Brie con mermelada de cebolla.

Ingredientes para 4 personas:



4 rebanadas de pan
150 grs de queso Brie
4 cucharadas soperas de mermelada de cebolla

Preparación:


Cortamos el queso Brie en lonchas y lo ponemos encima de las rebanadas de pan. Ponemos una cucharada sopera de mermelada de cebolla encima de cada una y las llevamos al horno hasta que el pan esté bien tostado y el queso se haya fundido pero sin llegar a derretirse. Servimos inmediatamente y aceptamos, modestos y encantados, los halagos de los comensales.

Mermelada de cebolla

Ingredientes:



2kg de cebollas rojas
4 dientes de ajo
140g de mantequilla
4 cucharadas soperas de aceite de oliva
140g de azúcar caster
1 cucharada sopera de hojas de tomillo fresco
Un pellizco de chile seco en copos, o medio chile seco pequeño picado muy finito
Sal
Pimienta negra recién molida
750 ml de vino tinto
350ml de vinagre de vino rojo
200ml de oporto

Preparación:

Pelar los ajos y las cebollas y cortar ambas cosas en juliana. Fundir la mantequilla en una cocotte, o en una olla con el fondo grueso. Echar la cebolla y los ajos y remover hasta que se vayan quedando transparentes pero sin llegar a dorarse. Añadir el azúcar, las hojas de tomillo, el chile, y sal y pimienta negra al gusto. Remover todo durante un par de minutos y bajar un poco el fuego. Cocer durante unos 40-50 minutos removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo la cebolla habrá perdido los jugos, debe oler a azúcar caramelizado y si la aplastamos contra la olla se romperá. Es importante que la cocción sea muy lenta para que las cebolla quede muy tierna y dulce.
Incorporamos ahora el vino, el vinagre y el oporto y dejamos cocer destapado durante otros 25-30 minutos, removiendo frecuentemente para que no se pegue, hasta que la cebolla tenga color caoba y se haya reducido el volumen de líquido en unos 2/3. Para asegurarnos de que la mermelada está lista podemos hacer la siguiente prueba: hundimos la cuchara en la mermelada y la deslizamos por el fondo para abrir una brecha en ella. La brecha se rellenará con líquido, y si éste tiene la consistencia de un sirope espeso, entonces la mermelada ya está lista (hay que recordar que una vez fría espesará bastante)
En la receta original dice que hay que dejar enfriar la mermelada en la olla, pero yo la he puesto inmediatamente dentro de tarros esterilizados , los he cerrado y los he puesto boca abajo cubriéndolos con un paño limpio y seco para que hagan el vacío.


Notas:



-Es mejor esperar una semana antes de tomarla (Yo no soy capaz)
-Dura 2-3 meses conservada en la nevera (No se me ha dado el caso)

Fuente: Good Food: "101 Slow-cooking recipes"




jueves, 22 de septiembre de 2011

Bruschetta de habitas tiernas con Grana Padano



En muchos blogs y revistas de cocina se habla de crostini, crostoni, bruschette, delicias sencillas y a la vez espectaculares, y me apetecía decir algo al respecto porque sin ser una autoridad gastronómica puedo “presumir” de haber vivido en Italia y haber degustado cientos (y no exagero!) de estas pequeñas maravillas que pueden preparar el paladar para la comida o la cena, o constituir una comida por sí solos si los acompañamos con una buena ensalada y una copa de vino.

Los crostini (crostino en singular, palabra que proviene de crosta, que significa costra) son rebanadas de pan de tamaño pequeño (como la de una barra de pan corriente o una medianoche) que se sirven tostadas y untadas o condimentadas con todo tipo de preparaciones. Son famosísimos los crostini alla provatura (queso muy parecido a la mozzarella) que se aderezan con una mantequilla de anchoas fundida, y los crostini al fegato, es decir, al hígado. Se trata de un paté casero de higaditos de pollo que se prepara de diferentes maneras según la región: Hay quien sofríe los higaditos machacados con jamón de parma cortado muy fino, hay quien le añade canela, otros lo preparan sólo con ajo… El caso es que cada región tiene su forma peculiar de prepararlos y es deliciosa en todas las versiones que yo conozco: romana, toscana y lombarda. En una ocasión probé unos maravillosos en Milán, en la Tavernetta da Elio, donde se precian de preparar el mejor Ossobuco alla milanese. Pero ésa es otra historia, otro post, y otra receta.

A lo que iba. Después están los crostoni (crostone en singular), que se diferencian de los crostini en su tamaño y grosor. Se trata de una rebanada de pan más grande (por lo menos como la de una chapata) y también más gruesa, que tradicionalmente se tostaba o freía para servir sobre ella salsas a base de caza.

Por último las bruschette, bruschetta en singular, que viene del latín “bruscare” y significa quemar o tostar, que antiguamente era sólo una rebanada de pan tostada y posteriormente frotada con un diente de ajo y aliñada con un buen aceite de oliva. Posteriormente, con la aceptación del tomate en la cocina (ya sabéis que cuando llegó a Europa era considerado venenoso y se utilizaba sólo con propósitos ornamentales) se empezó a condimentar también con tomate y albahaca.
La denominación bruschetta es típica de la Italia central y creo (es sólo mi humilde opinión) que la más extendida internacionalmente.
Y como sé que estaréis hambrientos después de esta explicación, os dejo con la primera de las tres recetas de bruschette que voy a publicar en estos días y que espero que os gusten tanto como a mí.

Bruschetta de habitas tiernas con Grana Padano

Ingredientes para 4 personas:
4 rebanadas de pan, ya sea fresco o del día anterior
300 gramos de habitas
1 puerro
4 cucharadas de AOVE
100 grs de Grana Padano cortado en escamas

Preparación:

Cocemos las habitas y las pelamos.
Con la mitad de ellas y un poquito del caldo de cocción hacemos un puré y lo reservamos.
Rehogamos el puerro en el aceite y cuando esté dorado salteamos las habitas con el puerro un par de minutos.
Tostamos las rebanadas de pan y ponemos sobre ellas una capa de puré de habas bien caliente, colocamos por encima el sofrito de habitas y puerros, regamos con un hilo de aceite y rematamos con unas escamas de Grana Padano. Buon appetito!

Fuente: Inspirada en una receta del libro “Good Food 101: Soups & sides.”