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jueves, 26 de enero de 2012

Skillet bread pudding con chocolate blanco y arándanos


Ingredientes:

250 grs de pan duro
300 ml de leche
3 huevos
150 grs de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
100 grs de chocolate blanco
50 grs de arándanos

Preparación:


Engrasar la skillet con mantequilla y meter en el horno a 120º mientras preparamos la masa.

Cortar el pan en dados de 1 cm aprox. Meter en un bol grande.

Templar la leche en el microondas y volcarla encima del pan. Dejar reposar dos minutos para que se absorba y remover un poco para que todo el pan quede impregnado por igual.

Añadir los huevos uno a uno batiendo bien a medida que los añadimos.

Incorporar el azúcar y batir hasta que esté bien disuelta.

Por último, añadir el chocolate cortado en trozos pequeños y los arándanos, reservando un poco de cada para decorar.

Retirar la skillet del horno, volcar la mezcla dentro y llevar nuevamente al horno, subiendo la temperatura a 180.

Hornear durante 30 minutos o hasta que el pudding se desprenda ligeramente de los bordes de la skillet.

Decorar con el chocolate y los arándanos reservados. Servir templado.

lunes, 3 de enero de 2011

Christmas pudding




Puede que sea un poco tarde para publicar la receta de un pudding navideño, pero es que éste fue el postre de mi cena de Nochevieja, así que por mucho que corriera no podía publicarlo en Navidad. La tradición manda prepararlo con al menos dos meses de antelación y yo lo hice con un mes escaso pero el resultado me encantó. Está muy, pero que muy tuneado, pero me ha gustado la combinación de frutas que he elegido y pienso repetirla el año que viene. Para prepararlo estrené la mezcla de especias que me regaló Mariví, mi AIG de este año. Qué maravilla destapar el tarrito, cerrar los ojos y dejar que los sentidos se emborrachen de olor a canela, clavo, jengibre, pimienta... Por cierto, los que me conocéis sabéis que soy anti-clavo de olor, pero en este mix la cantidad de clavo en relación a las otras especias está muy bien proporcionada y no molesta en asoluto, le da un deje exótico muy especial. Quién sabe si así algún día me reconciliaré con el clavo de olor! Gracias de nuevo Mariví, estoy disfrutando muchísimo de tus regalos y espero disfrutar aún mucho tiempo más de tu amistad, que no nos cansemos nunca de escribirnos y que algún día tengamos ocasión de conocernos en persona.

Bueno, a lo que vamos, porque en vez de tanto rollo querréis leer la receta.

Os voy a poner la original y a continuación la "tuneada" para que elijáis la que os guste más. O para que optéis por la combinación de frutas que más os guste.



Ingredientes del Christmas pudding (receta tradicional)
225 grs de azúcar tipo caster
225 grs de sebo
340 grs de sultanas
340 grs de pasas de Corinto
225 grs de arándanos
110 grs de cáscara de naranja y de limón confitada
110 grs de harina
110 grs de miga de pan blanco cortada en cubitos pequeños
55 grs de almendra laminada
Ralladura de un limón
5 huevos
1 cucharadita rasa de canela
1 cucharadita rasa de mezcla de especias
1 cucharadita rasa de nuez moscada
1 pizca de sal
150 ml de brandy o ron



Ingredientes del Christmas pudding (receta tuneada)
225 grs de azúcar tipo caster
225 grs de mantequilla
170 grs de sultanas
170 grs de peras desecadas
125 grs de arándanos
100 grs de fresas desecadas
100 grs de higos secos
110 grs de harina
110 grs de miga de pan blanco cortada en cubitos pequeños
55 grs de almendra laminada
Ralladura de un limón
Ralladura de dos mandarinas
5 huevos
1 cucharadita rasa de canela
1 cucharadita rasa de mezcla de especias
1 cucharadita rasa de nuez moscada
1 pizca de sal
150 ml de brandy o ron
Preparación (la misma en ambos casos)
Se ponen en un bol todos los ingredientes secos y se mezclan bien.
Se añaden los huevos batidos y el licor y se trabaja hasta que esté todo perfectamente integrado.
Se coloca en una budinera untada en mantequilla o aceite y se cubren bien los bordes con una hoja de papel aluminio antes de cerrar la tapa. Si no tenéis una budinera de este tipo, podéis cubrir el recipiente con una hoja de papel sulfurizado, a continuación dos capas de aluminio y lo atáis todo firmemente con bramante para que no entre agua durante la cocción.
Se pone la budinera en una olla con agua que cubra el recipiente hasta unos 2/3 de su altura.
Si elegís la cocción tradicional requiere entre 3 y ½ y 4 horas. En olla a presión, 1 hora 15 minutos.
Lo dejamos reposar en lugar frío y seco y lo vamos hidratando cada 2-3 días con el mismo licor que hayamos utilizado para preparar la masa, hasta el día en que lo vayamos a servir.
Se puede comer perfectamente solo, aunque está estupendo acompañado con algún tipo de crema. Las propuestas más tradicionales son:
- Crema inglesa
- Crema de vino blanco
- Crema de ron
Yo lo serví con yogur cremoso de limón. Complementa muy bien a los cítricos que contiene el pudding, y contrarresta un poco lo alcohólico de este dulce, que es mucho. Yo después de comerlo tuve que brindar con Coca-cola, no os digo más :-)
Bromas aparte, el sabor es muy intenso, pero merece la pena. No empacha porque no es excesivamente dulce, pero está lleno de matices especiados y cítricos realzados por el proceso de envejecimiento al que lo sometemos con el licor.


martes, 27 de abril de 2010

Daring Bakers Abril 2010: Pudding inglés tradicional

The April 2010 Daring Bakers’ challenge was hosted by Esther of The Lilac Kitchen. She challenged everyone to make a traditional British pudding using, if possible, a very traditional British ingredient: suet.

La receta de este mes es muy interesante, de hecho guardaba dos versiones en mi carpeta desde hace 3-4 años, cuando vi a Jamie Oliver hacerla en su programa de TV.

Se trata de un pudding preparado al vapor, existen versiones saladas (de riñones, o cebolla, o salchichas, etc.) y dulces (con diferentes frutas frescas o secas)

En el programa de Jamie Oliver que os mencionaba él preparó la receta que le enseñó su madre, la más tradicional de las versiones dulces, con sebo vacuno (ingrediente típicamente inglés), fruta seca y pasas de uva, el “spotted" o "spottier" dick.” El nombre, según explica Jamie, alude al aspecto final del pudding, porque tanto si es dulce como salado, es una mezcolanza de colores parduzcos que recuerdan a un perro manchado que va corriendo, o sea, un manchurrón de color indefinido. Pero a pesar de esa impresión inicial de que no es un postre muy estético, la textura es maravillosa, cremosa, entre el bizcocho de mantequilla y el pudding.

Me quedo con las ganas de probarlo hecho con sebo de vaca tal y como requiere la versión original, la verdad es que en Madrid no se estila mucho y tendría que haberlo encargado en mi carnicería. Pero la idea de manipularlo y prepararlo me daba una flojera...

He oído que algunas mantequillas nuestras tienen un sabor que recuerda a ese sebo, por ejemplo la de Soria. Yo he probado esta mantequilla y la encuentro exquisita, es cierto que tiene un sabor peculiar que no sabría definir y no sé si se asemeja al del sebo, si alguien lo sabe (y pienso en ti, Carlos Dube) agradeceré que me deje un comentario en este sentido.

Las recetas originales que nos ha facilitado Esther las podéis encontrar aquí.

La mía es una de las que tengo guardadas hace tiempo, es de Simon Rimmer, chef inglés televisivo que sin ser vegetariano es copropietario de Greens, famoso restaurante vegetariano en Manchester, en el cual según sus propias palabras se inició contando con dos libros de recetas y ninguna idea de cocina.

Su receta es de pudding de piña y moras (yo las he sustituido por fresas) y se sirve con dos salsas, una es la típica custard o crema inglesa de vainilla, y la otra es de caramelo. Yo utilicé sólo esta última porque ya la tenía preparada.


Pudding de piña y fresas

Ingredientes:

300 grs de harina
1 y 1/2 cucharaditas de levadura Royal
150 grs de mantequilla
75 grs de azúcar
100 grs de fresas
Ralladura de una naranja
150 ml de leche
125 grs de piña en almíbar bien escurrida


Preparación:


Untar el molde con mucha mantequilla. Reservar.

Tamizar los ingredientes secos en un bol. Hacer un hueco en el centro, añadir la mantequilla y trabajar hasta que quede todo como migas finas, después ir añadiendo poco a poco la leche y por último la fruta, cortada en trocitos pequeños y mezclando con suavidad para no aplastarla.

Poner la mezcla en el molde que teníamos preparado, cubriéndolo con papel de aluminio que ataremos fuerte por el borde para que no entre agua ni vapor dentro del mismo. Comprobaremos que le quede espacio a la masa para subir porque aumenta bastante de tamaño al cocerse. Poner encima una fuente o plato resistente al calor para cubrirlo, si es posible con un poco de peso encima para ayudar a que el molde permanezca cubierto lo más herméticamente posible.

Cocer a baño maría, con el agua cubriendo el molde hasta debajo del borde. La receta original dice que el tiempo de cocción es de una hora, a mí me llevó bastante más porque el molde era con asas y hacía efecto de tapa sobre la olla que utilicé, por lo que el agua se salía y tuve que cocerlo con menos cantidad de líquido.

Salsa de caramelo
Aquí la receta de mi amiga, la Maestra Lolah


Con las cantidades que ella indica sale la mejor salsa de caramelo del mundo, pero como dice ella, cuidado! Es muy adictiva. De hecho cuando la hice reservé un tarro para hacer un cheesecake al caramelo... e inexplicablemente la salsa ya se ha gastado sin que haya podido hacer el cheesecake.

Ingredientes:

200 gr. de azúcar
2 cucharadas de agua
200 ml de nata líquida
20 gr. de mantequilla
1 pellizco de flor de sal

Preparación:

Hervir la nata, cortar la mantequilla en dados, y dejar ambas cosas a mano porque esto va muy rápido.
Mezclar en un cazo el agua y el azúcar y ponerlo al fuego, dejar que hierva sin remover hasta que se ponga doradito.
En ese momento lo apartamos del fuego y le añadimos la mantequilla moviendo con cuchara de madera, después la sal, y echamos rápidamente la nata hirviendo sin dejar de remover. Volver a poner el cazo al fuego y cocer 2-3 minutos, o más si la queremos más espesa, pero no mucho porque al enfriarse se espesa bastante.
Retiramos del fuego, envasamos y dejamos que se enfríe del todo antes de meterla en el frigorífico.
Se puede conservar durante semanas en el frigorífico, pero es poco probable que os dure tanto tiempo. Probarla es amarla.
:-)
Cuando la saquemos de la nevera para utilizarla estará bastante espesa. No hay problema, se calienta unos segundos en el microondas y vuelve a estar fluida.

Por cierto, que Lolah publicó hace poco aquí una receta exquisita de bizcocho al vapor con almíbar, os aconsejo que le echéis un vistazo, yo la pienso hacer porque después de haber probado la textura de los bizcochos al vapor los haré de vez en cuando.