La receta de este mes es muy interesante, de hecho guardaba dos versiones en mi carpeta desde hace 3-4 años, cuando vi a Jamie Oliver hacerla en su programa de TV.
Se trata de un pudding preparado al vapor, existen versiones saladas (de riñones, o cebolla, o salchichas, etc.) y dulces (con diferentes frutas frescas o secas)
En el programa de Jamie Oliver que os mencionaba él preparó la receta que le enseñó su madre, la más tradicional de las versiones dulces, con sebo vacuno (ingrediente típicamente inglés), fruta seca y pasas de uva, el “spotted" o "spottier" dick.” El nombre, según explica Jamie, alude al aspecto final del pudding, porque tanto si es dulce como salado, es una mezcolanza de colores parduzcos que recuerdan a un perro manchado que va corriendo, o sea, un manchurrón de color indefinido. Pero a pesar de esa impresión inicial de que no es un postre muy estético, la textura es maravillosa, cremosa, entre el bizcocho de mantequilla y el pudding.
Me quedo con las ganas de probarlo hecho con sebo de vaca tal y como requiere la versión original, la verdad es que en Madrid no se estila mucho y tendría que haberlo encargado en mi carnicería. Pero la idea de manipularlo y prepararlo me daba una flojera...
He oído que algunas mantequillas nuestras tienen un sabor que recuerda a ese sebo, por ejemplo la de Soria. Yo he probado esta mantequilla y la encuentro exquisita, es cierto que tiene un sabor peculiar que no sabría definir y no sé si se asemeja al del sebo, si alguien lo sabe (y pienso en ti, Carlos Dube) agradeceré que me deje un comentario en este sentido.
Las recetas originales que nos ha facilitado Esther las podéis encontrar aquí.
La mía es una de las que tengo guardadas hace tiempo, es de Simon Rimmer, chef inglés televisivo que sin ser vegetariano es copropietario de Greens, famoso restaurante vegetariano en Manchester, en el cual según sus propias palabras se inició contando con dos libros de recetas y ninguna idea de cocina.
Su receta es de pudding de piña y moras (yo las he sustituido por fresas) y se sirve con dos salsas, una es la típica custard o crema inglesa de vainilla, y la otra es de caramelo. Yo utilicé sólo esta última porque ya la tenía preparada.
Pudding de piña y fresas
Ingredientes:
300 grs de harina
1 y 1/2 cucharaditas de levadura Royal
150 grs de mantequilla
75 grs de azúcar
100 grs de fresas
Ralladura de una naranja
150 ml de leche
125 grs de piña en almíbar bien escurrida
Preparación:
Untar el molde con mucha mantequilla. Reservar.
Tamizar los ingredientes secos en un bol. Hacer un hueco en el centro, añadir la mantequilla y trabajar hasta que quede todo como migas finas, después ir añadiendo poco a poco la leche y por último la fruta, cortada en trocitos pequeños y mezclando con suavidad para no aplastarla.
Poner la mezcla en el molde que teníamos preparado, cubriéndolo con papel de aluminio que ataremos fuerte por el borde para que no entre agua ni vapor dentro del mismo. Comprobaremos que le quede espacio a la masa para subir porque aumenta bastante de tamaño al cocerse. Poner encima una fuente o plato resistente al calor para cubrirlo, si es posible con un poco de peso encima para ayudar a que el molde permanezca cubierto lo más herméticamente posible.
Cocer a baño maría, con el agua cubriendo el molde hasta debajo del borde. La receta original dice que el tiempo de cocción es de una hora, a mí me llevó bastante más porque el molde era con asas y hacía efecto de tapa sobre la olla que utilicé, por lo que el agua se salía y tuve que cocerlo con menos cantidad de líquido.
Salsa de caramelo
Con las cantidades que ella indica sale la mejor salsa de caramelo del mundo, pero como dice ella, cuidado! Es muy adictiva. De hecho cuando la hice reservé un tarro para hacer un cheesecake al caramelo... e inexplicablemente la salsa ya se ha gastado sin que haya podido hacer el cheesecake.
Ingredientes:
200 gr. de azúcar
2 cucharadas de agua
200 ml de nata líquida
20 gr. de mantequilla
1 pellizco de flor de sal
Preparación:
Hervir la nata, cortar la mantequilla en dados, y dejar ambas cosas a mano porque esto va muy rápido.
Mezclar en un cazo el agua y el azúcar y ponerlo al fuego, dejar que hierva sin remover hasta que se ponga doradito.
En ese momento lo apartamos del fuego y le añadimos la mantequilla moviendo con cuchara de madera, después la sal, y echamos rápidamente la nata hirviendo sin dejar de remover. Volver a poner el cazo al fuego y cocer 2-3 minutos, o más si la queremos más espesa, pero no mucho porque al enfriarse se espesa bastante.
Retiramos del fuego, envasamos y dejamos que se enfríe del todo antes de meterla en el frigorífico.
Se puede conservar durante semanas en el frigorífico, pero es poco probable que os dure tanto tiempo. Probarla es amarla.
:-)
Cuando la saquemos de la nevera para utilizarla estará bastante espesa. No hay problema, se calienta unos segundos en el microondas y vuelve a estar fluida.
Por cierto, que Lolah publicó hace poco aquí una receta exquisita de bizcocho al vapor con almíbar, os aconsejo que le echéis un vistazo, yo la pienso hacer porque después de haber probado la textura de los bizcochos al vapor los haré de vez en cuando.