miércoles, 7 de abril de 2010

Angel Food Cake y un poquito de historia




Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer esta tarta, y por fin llegó la ocasión. Muchos de vosotros ya la habéis hecho y publicado en vuestros blogs, por ejemplo Bea, Ana, Trotamundos, o Paula.

Para quien no esté interesado en la historia del pastel, puede darle al ratón e ir directamente a la receta. Pero si os interesan las curiosidades, seguid leyendo porque puede que no sepáis algunas de las cosas que cuento a continuación.

El Angel Food Cake también se llamaba originariamente Ice Cream Cake, y era al parecer una tarta de bodas muy habitual en la comunidad holandesa de Pennsylvania. El porqué de que experimentara auge precisamente en ese estado quizá radica en la cantidad de moldes de tartas que allí se fabricaban a principios del siglio XIX.

Investigando sobre el origen del pastel también he encontrado una teoría que sitúa su origen en la época esclavista, argumentando que se requiere una gran fuerza en los brazos para batir tantas claras a punto de nieve dura y que por eso las afroamericanas lo preparaban con tanta destreza. Dicen, además, que entre la comunidad afroamericana este pastel tenía un lugar destacado en todos los banquetes post-funerarios.

De cualquier manera, el auge de este pastel comenzó en torno a 1870, fecha a partir de la cual se empezaron a comercializar las primeras batidoras de varillas a manivela, utensilio muy común en las cocinas americanas hasta bien entrado el siglo XX. Si tenéis curiosidad por ver cómo eran, aquí tenéis uno:






En el momento en que salieron a la venta se podían comprar por la friolera de 9 céntimos de dólar. Igualito que la Kitchen Aid...


:-)


Yo estuve indecisa sobre qué versión hacer de entre las varias que tengo apuntadas en mi cuaderno. Dudaba entre la de Williams Sonoma, la de Stephanie Jaworski o la de Martha Stewart. Al final opté por esta última en cuanto a cantidades, y por la de Stephanie Jaworski en cuanto a los aromas, porque tenía mucha curiosidad de unir el sabor del limón, el de la vainilla y el de la almendra. El resultado: la esencia de almendra se carga todo lo demás porque es muy potente, así que la próxima vez que lo haga usaré sólo vainilla y limón, porque creo que este pastel debe tener un gusto más delicado que el que yo conseguí, aunque tengo que decir que no estaba nada mal, sobre todo para ser la primera vez. Aunque todo el mérito sea de Mr. Philips.

Yo no tengo el molde con patitas que se suele utilizar para este pastel, y además el mío tiene la chimenea invertida, por lo que tampoco se le puede dar la vuelta sobre el cuello de una botella para que se airee, pero esto no me ha parecido un problema, simplemente le di la vuelta al molde sobre una rejilla alta y creo que el resultado fue el mismo. Es un pastel delicado, esponjoso como pocos, dulce pero sin pasarse (en esto no coincido con Paula) y con la textura de los marshmallows, malvaviscos, esponjas, nubes o como queramos llamarlos, chuches en definitiva. Yo desde luego pienso repetir, y aconsejo a todo el mundo que lo haga al menos una vez.




Ingredientes:

1 taza de harina de repostería
¼ de cucharadita de sal
12 claras de huevo a temperatura ambiente
1 cucharada de cremor tártaro
1 + ¼ tazas de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de zumo de limón
1 cucharadita de ralladura de limón
1 cucharadita de esencia de almendras



Preparación:


Precalentar el horno a 180º
Batir las claras con la sal en el robot durante un minuto aproximadamente, deben quedar espumosas. Añadir el cremor tártaro y batir hasta que se formen picos suaves. Sin dejar de batir, añadir el azúcar y seguir batiendo hasta que se formen picos duros en la superficie. Añadir la vainilla, el zumo y ralladura de limón y la esencia de almendras. Batir un poco más hasta que todas las esencias queden bien integradas.

Depositar la mezcla en un bol (esto lo hago yo porque no tengo Kitchen Aid y mi robot lleva las varillas integradas en el bol, lo que no me deja usarlo para mezclar a mano) y añadir la harina previamente tamizada en cuatro tiempos, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba.

Poner en el molde (sin engrasarlo ni enharinarlo) Si han quedado burbujas las pinchamos con un palillo o una puntilla.

Cocer hasta que esté ligeramente dorado y al apretarlo ceda y se recupere rápidamente como si se tratara de una esponja.

Dejar enfriar con el molde boca abajo durante una hora. Transcurrido este tiempo pasar un cuchillo por los bordes del molde y desmoldar.

Y para terminar este post que casi parece una tesis sobre el Angel Food Cake, os dejo una última versión de este delicioso pastel. Pertenece a uno de los antiguos recetarios que son parte de mi herencia repostera más preciada. Es de Maizola, nombre comercial de la Maizena en Uruguay y otros países de América Latina. En esta versión se utiliza almíbar en lugar de azúcar, y si os fijáis se habla de harina maizolada, lo que quiere decir harina mezclada con maizena (maizola) en proporción de 5 a 1 (5 partes de harina, 1 de Maizena o Maizola) No sé si haré esta versión algún día pero me pareció bonito compartir esta foto con vosotros.



12 comentarios:

Federica dijo...

Una leggerezza e sofficità simili meritano davvero il nome di "torta degli angeli" ^_^ Bellissima la foto del frullino; mamma ne aveva uno praticamente identico quando ero piccina e tutte le volte che provavo ad usarlo facevo una fatica bestiale per tenerlo fermo nella ciotola!!!! Un bacio

Beatriz Mandarinas dijo...

Me ha encantado la historia en sí y cómo la has contado.
Yo hago éste pastel, bollo, tarta, torta al menos una vez al mes pero me gusta más la versión con cacao.
http://2mandarinasenmicocina.blogspot.com/2010/02/angel-food-cake.html

Genial el post, me ha encantado ;)

María José Andreu Granados dijo...

Fabi una historia muy interesante de saber, todo tiene su explicación.
Me parece también muy interesante esta receta, la verdad es uq el nombre es muy acertado porque esa es la impresión que dá parece angel por dentro.
La batidota una monada es chulísima aunque sea manual
Te ha quedado divino.
me parece que esta receta la he vsito en algún libro de cocina que tengo antiguo, a ver si la encuentro.
Haces unas recetas fantásticasss
besitoss guapaa

Carlos Dube dijo...

Interesante historia, una tesis en toda regla, sí señora. Me encantan los post con algo de chicha cultural, no sé, dicen mucho sobre la receta y a los lectores les pones en antecedentes, algo importante para llegar a 'enamorarte' de la misma ¿a qué sí?.

Nosotros nunca lo hemos hecho, pero después de ver varias propuestas de las autoras que has comentado, creo que algún día caerá, y si no, se lo diré a mi hermano que es un fan absoluto de la respostería y de la bizcochería, aunque por falta de tiempo (su niño) no puede bloguear apenas nada. Una puntualizaciónn, no tiene tiempo pero tiene copia de todos estos posts tan interesantes en su abandonado correo electrónico.

Por lo demás la receta siempre me ha parecido asequible, y no sé por qué siempre que la veo me he acordado de la kitchen aid, creo que estarás de acuerdo conmigo que este aparatazo ha marcado mucho en la escena repostera de Internet en estos últimos años y en España.

Además de ser precioso....

Un saludo.

Federica Simoni dijo...

wow è favoloso...soffice soffice!! complimenti!

Lolah dijo...

Qué interesante todo lo que cuentas sobre el Agel Food, además te ha salido precioso a pesar de no tener el molde.
Yo lo hice hace un tiempo y lo tengo pendiente de publicar, a mi me encanta el sabor de almendras, así que me pareció perfecto.
Te he escrito un mail sobre los moldes de muffins.
Un besico.

Begoña dijo...

Fabi, te ha quedado estupendo!!!!
Yo lo hice el otro día, con un molde que tampoco era el apropiado, y como no se puede engrasar, se rompió al desmoldarlo.... a pesar de todo quedó estupendo y en mi casa ha sido todo un éxito!!!
A mi ni me gusta mucho precisamente por esa textura de marshmallows.... pero reconozco que es espectacular.
Me ha encantado todo lo que has contado y sobre todo esa receta final, preciosa.
Un saludo, Begoña

Gabriela, clavo y canela dijo...

Fabi, está de lujo el bizcocho, me gusta la textura que presenta..imagino lo esponjoso que está!
te mando un fuerte abrazo
gaby

Silvia dijo...

Tengo el molde, con los ingredientes me hago en un plis y en breve a disfrutar de esta delicia.
¡Qué pinta!

Besos.

Paula dijo...

hola wapa, qué genial que te ha quedado. La verdad es que yo muchas veces no tengo tiempo para investigar, así que me ha gustado mucho tu trabajo detectivesco ;), golosilla, jajaja

Salu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net

Recetas al instante dijo...

wow te ha quedado estupenda.

Saludos

Olguis.

Fabiana dijo...

Ciao Fabi, grazie per la traduzione sono appena tornata e vado subito a curiosare... e complimenti per questa torta paradisiaca di nome e di fatto