Un
bizcocho diferente, con una textura rústica, ligeramente crujiente, y una
mermelada de fresas casera con un toque diferente y muy fácil de hacer.
Bizcocho
de maíz
Ingredientes:
1 taza de harina de repostería
1/2 taza de harina de maíz (Polenta)
1 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
1/2 cucharadita de sal
120 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1 taza de azúcar
2 huevos grandes a temperatura ambiente
125 ml de buttermilk
1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación:
Precalentar el horno a 180º.
Engrasar un molde redondo de 23 cm de diámetro y reservar.
Tamizar en un bol los ingredientes secos y reservar.
En el robot o kitchen aid batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté
blanca y muy cremosa. Añadir
los huevos de uno en uno y la vainilla. Seguir batiendo hasta que esté todo
perfectamente integrado. Después, bajar la velocidad e incorporar los ingredientes
secos en tres tandas, alternándolos con el buttermilk.
Volcar la masa en el molde. Alisar la superficie con una espátula.
Hornear durante 25-30 minutos, o hasta que una brocheta introducida en el
centro salga perfectamente limpia.
Enfriar sobre rejilla dentro del molde durante 10 minutos. Desmoldar y dejar
que se enfríe completamente sobre la rejilla. Servir acompañado con mermelada.
Fuente: www.thekitchn.com
Fuente: www.thekitchn.com
Mermelada de fresas con menta y pimienta negra.
Ingredientes:
1,200 k de fresas maduras (Peso bruto)
600 grs de azúcar
150 ml de zumo de limón recién exprimido
5 hojas de menta fresca
5 granos de pimienta negra molidos
Preparación:
La víspera, lavar las fresas y quitarles los tallos. Cortarlas por la mitad.
Dejarlas macerar tapadas toda la noche junto con el azúcar y el zumo de limón.
Yo lo hago directamente en la cocotte donde voy a preparar la mermelada.
A fuego suave, cocer removiendo de vez en cuando durante 10-15 minutos.
Pasado ese tiempo, subir la temperatura y llevar a ebullición. A partir de ese
momento, bajar la temperatura y cocinar durante otros 20-30 minutos, removiendo
de vez en cuando para evitar que la mermelada se pegue al fondo y a los lados de
la cocotte. Desespumaremos varias veces con ayuda de una espumadera. Cuando
queden 5 minutos de cocción, añadimos la menta y la pimienta, removemos y
dejamos que termine de hacerse. Para saber si está en su punto podemos hacer la
prueba del plato: Depositamos un cordón de mermelada en un plato y observamos
lo que ocurre: Si se mantiene sin extenderse es que está en su punto. Si está
muy líquida y se desdibuja el cordón, volveremos a llevar la mermelada al fuego
y seguiremos probando en intervalos de 3 minutos.
Envasamos la mermelada en tarros de cristal que previamente habremos
esterilizado hirviéndolos (Tarros y tapas) durante 10 minutos. Deben estar
perfectamente secos.
Podemos hacer dos cosas:
O bien poner los tarros boca abajo y cubrirlos con un paño limpio,
dejándolos enfriar completamente antes de darles la vuelta y almacenar en
nuestra despensa.
O los tapamos y los ponemos en una olla, cubriéndolos de agua hasta una
altura más o menos de un centímetro por debajo de las tapas. Llevamos a
ebullición y los dejamos hervir durante 35-40 minutos.
El primer método es válido siempre que la mermelada sea de fruta ácida y
contenga al menos un 50% de azúcar.
El segundo es imprescindible siempre que la mermelada que hemos preparado no
cumpla los requisitos anteriores, porque es la única manera de estar seguros de
que nuestra mermelada casera no desarrolla la toxina botulímica.
Fuente: Mes confitures, de Christine Ferber; Red Velvet & Chocolate Heartache, de Harry Eastwood
Fuente: Mes confitures, de Christine Ferber; Red Velvet & Chocolate Heartache, de Harry Eastwood