sábado, 31 de diciembre de 2011

Brigadeiros de fiesta y Feliz 2012!



La última receta del año es muy dulce, para despedir el nuevo año con alegría y saludar el 2012 con esperanzas renovadas.
Es una receta sencilla y humilde que hoy se viste de fiesta gracias al azúcar dorado y que puede acompañar perfectamente nuestra copa de cava o sidra, no creéis?
Muy feliz año a todos los que paséis por aquí, espero compartir con todos vosotros muchas buenas recetas durante este año que ahora empieza. Sed felices!
Brigadeiros (Según la versión de Gastronomía & Cia.)
Ingredientes :
400 grs de leche condensada
30 grs de mantequilla
20 grs de cacao puro en polvo
Preparación:
Ponemos todos los ingredientes en un cazo de fondo grueso (yo utilicé una cocotte pequeña) que lllevaremos a fuego medio. Removemos hasta que esté todo perfectamente disuelto y a partir de ese momento contaremos diez minutos sin dejar de remover, hasta que la mezcla comience a desprenderse de las paredes del cazo. En ese momento retiramos del fuego y dejamos enfriar (Si usáis cocotte cambiad la mezcla de recipiente o seguirá cociendo y os encontraréis que en lugar de bombones que se funden en el paladar os han salido caramelos duros)
Cuando la mezcla esté fría, formar bolitas y rebozadlas con cacao en polvo, sprinkles de colores, etc.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Felices Fiestas a todos!



Acabo el año horneando galletas después de mucho tiempo sin poder hacerlo y quería compartirlas con vosotros, dedicándolas especialmente a las “culpables” de mi vicio galletil: Bea, Trotamundos, Silvia y Paula. Quise seguir la iniciativa de Silvia de publicar una receta de galletas al mes y me ha sido imposible, el 2011 al parecer tenía planes diferentes a los míos y no he sido capaz de llevar a buen puerto muchos proyectos que tenía.
Pero siempre existe la capacidad de renovarse, de recuperarse y de reinventarse. Yo estoy en ello desde hace un par de años y el día menos pensado creo que lo conseguiré.
Cada fin de año me invade una extraña melancolía, una añoranza de muchas cosas en general y de ninguna en particular. Pero también lo veo
como
un momento mágico, en el que un libro se cierra (Bueno o malo ya no importa) y otro se abre. Y la esperanza de llenar ese nuevo libro en blanco me da fuerzas para recibir el nuevo año con ilusión.
Para empezar el 2012 hago mío el pensamiento de George Eliot: “Nunca es tarde para ser quien podrías haber sido.”
***Edito: Olvidé decir antes que George Eliot es el seudónimo de Mary Anne Evans, novelista británica del XIX que ocultó su nombre por mantener una relación de muchos años con un hombre separado... Aunque acabó casándose con un amigo de ambos. Se le atribuyen muchas frases que me gustan, quizá la más relacionada con nuestro mundo bloguero-gastronómico sea ésta: "Nadie puede ser sensato con el estómago vacío."***

A todos, mis mejores deseos de unas fiestas maravillosas y de un 2012 lleno de felicidad y éxitos.

Gingerbread cookies
La receta es de mi libro de cabecera, “Cookie Craft”, de Valerie Peterson y Janice Fryer, cuya lectura (más bien debería decir estudio) alterno con "Cookies" de Martha Stewart y últimamente con "Biscuiteers Book of Iced Biscuits", porque aunque no tenga tiempo de hornear galletas en la práctica siempre lo estoy haciendo con el pensamiento!

Ingredientes para unas 48 galletas pequeñas, 37 medianas o 18 grandes:

5 tazas de harina
2 cucharaditas de jengibre en polvo
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de All spice
½ cucharadita de levadura química
½ cucharadita de sal
226 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1 taza de azúcar blanquilla
1 huevo grande
1 taza de melaza

Preparación:

Tamizar juntos todos los ingredientes secos y reservar.
En el robot o Kitchen Aid, batir la mantequilla con el azúcar a velocidad media hasta que esté cremosa y blanca.
Sin dejar de batir, incorporar el huevo y la melaza. Cuando esté todo perfectamente incorporado, bajar la velocidad y empezar a añadir los ingredientes secos, batiendo hasta que la masa esté perfectamente homogénea y se despegue ligeramente de las paredes del bol.
Volcar la masa en la superficie de trabajo, dividirla en tres partes y formar una bola aplastada con cada una.
Trabajar con una bola de masa cada vez. Estirarla entre dos hojas de papel sulfurizado a un grosor de 0,5 cm y cortar con los moldes de nuestra elección.
Una vez que tengamos las galletas cortadas las enfriaremos al menos durante 30-40 minutos antes de hornearlas para que no pierdan la forma.
Llevarlas al horno precalentado a 180º y hornear entre 9 y 15 minutos dependiendo del tamaño. El Sr. y la Sra. Jengibre tardaron unos 10 minutos, y la casita unos 13. Lo mejor es ir mirando y retirarlas en el momento que veamos que los bordes se empiezan a dorar.
Para decorar he utilizado glasa blanca, podéis ver la receta e instrucciones en este post
Un agradecimiento especial a Izaskun, mi AIG de este año, a ella le debo estos fantásticos cortadores, entre otros muchos regalos maravillosos que he recibido de ella, el más preciado sin duda conocer sus recetas y un poquito de ella misma. Un gran abrazo desde aquí, Izaskun.



lunes, 19 de diciembre de 2011

PfefferNüssen de Juana para el cookie swap de Film & Food



Casi no llego! Vaya horas de publicar, hoy me siento bloguicienta, si me descuido me dan las doce y el post se me convierte en calabaza!
He participado en una maravillosa iniciativa de Ingrid y Alba dentro de su blog Film & Food: un cookie swap, o lo que es lo mismo, un intercambio de galletas, que era algo de lo que tenía ganas hace tiempo. Basándose en el libro "Recetas y confidencias" se les ocurrió esta idea genial con la que muchas hemos disfrutado un montón.
Mi amiga invisible galletera ha sido Juana, cuyo blog La cocina de Babel he descubierto ahora y me ha sorprendido gratamente. Unas fotos preciosas, unas recetas muy cuidadas, y para muestra estas PfefferNüssen que eran realmente exquisitas y que a mi madre y a mí nos han alegrado unas cuantas meriendas y sobremesas junto a la chimenea con café y chocolate calentito. Un lujazo!
Copio aquí literalmente su receta y su explicación tal y como ella la publicó porque me ha parecido divertidísima. Ella la sacó de un libro de Martha Stewart, una edición francesa titulada "La biblia de los pequeños pasteles." También está en el libro "Cookies" de Martha, que tengo la suerte de tener, así que no tardaré en hacerlas porque son algo realmente exquisito. Y mirad cómo me las preparó de bonitas en esa caja maravillosa que ya ha pasado a formar parte de la decoración de mi habitación! Aunque ya te lo dije por mail mil gracias Juana, me ha encantado todo, las galletas, la receta, la foto-postal, la carta... En todo se respiraba cariño y atención, gracias y un beso enorme.
Bueno, que me estoy enrollando demasiado y no son horas. Hale, la receta.
INGREDIENTES (salen unas 24 galletas dependiendo del tamaño):

- 315 gr de harina.
- 1/4 de cucharadita de pimienta recién molida.
- 3/4 de cucharadita de canela molida.
- 1/2 de cucharadita de cuatro especias.
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida.
- 1/4 de cucharadita de clavo molido.
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato de soda.
- 115 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- 150 gr de azúcar moreno.
- 60 ml de melaza.
- 1 huevo grande.
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
- 150 gr de azúcar glas.

PREPARACIÓN:

- En un bol grande mezclar la harina, especias y bicarbonato de soda. Reservar.

- Introducir la mantequilla y el azúcar moreno en el bol de un robot y batir a velocidad media hasta que la mezcla forme espuma (eso dice la receta. En mi caso solo conseguí mezclar y ya está!). Incorporar el huevo, el extracto y seguir batiendo un minuto más.

- Reducir la velocidad y añadir la mezcla de harina muy poco a poco. Mezclar hasta que la masa sea homogénea. Si veis que queda demasiado pegajosa (como me ocurrió a mi!) añadid una cucharada rasa de harina más.

- Precalentar el horno a 180º y forrar una bandeja de horno con papel vegetal.

- Con las manos mojadas o engrasadas ligeramente formar bolitas del tamaño de una nuez (de ahí le viene lo de nüssen parece ser) y disponerlas sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Lo ideal es que estén separadas unos 4cm entre si para que no se peguen.

- Hornear unos 15 min o hasta que veáis que su superficie se cuartea ligeramente. Recomiendo estar siempre cerca de las galletas y no irse a hacer pipí y cosas así... un minuto puede marcar la diferencia entre una deliciosa galleta o una profunda decepción!.

- Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla... si no tenéis un horno grande tendréis que repetir la operación.

- Introducir el azúcar en una bolsa hermética, y bañar las galletas en el por tandas.
Dicen que duran una semana dentro de una lata...como se las mandé a alguien por correo, espero que ese alguien me lo confirme, o al menos que no tenga una indigestión!! ;)
Todo lo contrario querida Juana. Lo dicho, un placer conocerte y probar esta exquisitez.
Si queréis ver las que preparé yo están aquí. Me tocó en suerte Catalina, a la que tampoco conocía, y que ha escrito un post precioso que me ha sacado los colores. Muchas gracias Catalina, me alegro de que te gustaran mis cookies. A partir de ahora te sigo de cerca!
Ya estoy impaciente por saber cuál será la próxima ocurrencia de Ingrid y Alba...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pierna de cordero rellena de higos y queso Feta en cocotte



Hoy os traigo un plato digno de una mesa de fiesta, ideal para las fechas que se avecinan.


Al igual que el primer plato que os recomendé en el post anterior, tiene la gran ventaja de que lo podéis dejar preparado con antelación y se hace casi solo. Una vez que todos los ingredientes están en la cocotte y lo llevamos al horno, podemos dedicarnos a seguir preparando todo para nuestros invitados. O tomar un baño de burbujas mientras el horno y la cocotte trabajan por nosotros.


Si sois entusiastas del cordero como plato fuerte en Navidad y queréis probar una opción diferente del típico cordero asado consigo mismo, os recomiendo esta receta de inspiración griega, de sabor muy particular y textura increíble.
La cocción en cocotte deja la carne tan tierna que se deshace en hebras. Los higos en el relleno equilibran perfectamente la sal del queso Feta, y las hierbas le dan un aroma incomparable, muy especial pero delicado. Y la salsa, aunque a priori pudiera parecer fuerte, con la cocción tan prolongada queda perfecta, no se nota en ningún momento el sabor al vino, ni mucho menos al vinagre. Es un plato con carácter y os recomiendo que seáis valientes para probarlo, se sale de lo convencional pero el resultado es espectacular. Probad a servirlo con unas cebollitas confitadas y unas patatas asadas con romero y el éxito está asegurado.




Ingredientes:



8 higos secos cortados en cubitos de ½ cm
200 grs de queso Feta, cortado igual que los higos
2 dientes de ajo picados muy finos
4 cucharadas de cilantro picado muy fino
2 cucharadas de menta fresca picada muy fina
1 pierna de cordero de 1,5 kg de peso aprox., deshuesada
12 hojas de laurel
2 cucharadas de AOVE
4 cebollas cortadas en juliana
100 ml de vinagre balsámico de Módena
300 ml de vino tinto (yo usé un buen reserva Ribera del Duero)
2 cucharadas de miel






Preparación:



Primero haremos el relleno.
Mezclamos los higos, el queso Feta, el ajo y las hierbas. Lo trabajamos con las manos hasta que tengamos una pasta con la que rellenaremos el cordero. Lo ataremos muy bien, deslizaremos por debajo del bramante las hojas de laurel, y sazonaremos la pierna.
A continuación la marcaremos por todos sus lados en la cocotte donde previamente habremos calentado el aceite. Retiramos la pierna y la reservamos.
Ponemos la cebolla en la cocotte donde hemos dorado la carne y la doramos bien. Volvemos a poner la pierna dentro de la cocotte y cocinamos todo junto durante unos 10 minutos, removiendo para que la cebolla no se queme.
Incorporamos a la cocotte el vinagre, el vino y la miel y giramos un par de veces la pierna sobre sí misma para que se mezcle todo con los jugos de la cebolla y de la carne. Lo dejamos burbujear 5 minutos y retiramos del fuego.
Tapamos la cocotte y la llevamos al horno, que habremos encendido 5 minutos antes (no conviene que esté demasiado caliente) poniéndolo a 200ºC. Dejamos cocer durante una hora y media. Durante ese tiempo abriremos el horno un par de veces y regaremos la carne por encima con el caldo.
Pasado ese tiempo, quitamos la tapa a la cocotte y dejamos cocer media hora más, o hasta que la carne esté dorada por encima.
Retiramos la pierna de la cocotte, la envolvemos en una hoja de aluminio y la dejamos reposar durante 15 minutos antes de servir.
Si el caldo hubiese quedado muy líquido, lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición, dejándolo cocer 2-3 minutos hasta que reduzca.




Fuente: Good food - 101 Slow-Cooking recipes




Otros posibles segundos platos que os recomiendo para estas fechas:




Boeuf Bourguignon




Pollo estofado con albaricoques




Secreto ibérico con reducción de Pedro Ximénez





domingo, 11 de diciembre de 2011

Crema de patatas asadas al romero con puerros y castañas





Empiezo a traeros propuestas para las comidas y cenas especiales de estos días, y por supuesto comienzo con los primeros.

Por qué empezar con una crema? Porque se pueden dejar hechas con unas horas de antelación, calentándolas en el momento de servir y permitiéndonos ganar tiempo para poner la mesa y arreglarnos antes de que lleguen los invitados, evitando así el temido momento en el que suena el timbre y palidecemos de terror al tiempo que exclamamos: “Y yo con estos pelos!”


Ingredientes para 4 personas:

4 patatas grandes
4 ramitas de romero
100 grs de castañas cocidas
1 puerro grande (sólo la parte blanca)
1 cebolla pequeña
Sal fina
Flor de sal
Sal en escamas
Pimienta negra recién molida
AOVE
4 tazas de caldo de ave o de verduras
200 ml de nata o crème fraîche (Reservaremos dos cucharaditas para decorar)

Preparación:


Lavar, pelar y cortar las patatas en trozos pequeños. Ponerlas en una bandeja de horno junto con los tallos de puerro cortados a lo largo y la cebolla en cuartos. Rociar con AOVE y flor de sal, colocar por encima el romero y hornear durante 25-30 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Sacar del horno y retirar el romero.
Poner el caldo en una olla y añadir las patatas, el puerro y la cebolla. Incorporar las castañas y la nata y triturar con batidora de mano.
Probar de sal. Salpimentar a gusto. Llevar a ebullición y bajar el fuego. Dejarlo cocer durante unos 10 minutos.
Servir acompañado de croûtons, una ramita de romero, un par de cordones de nata, aceite y sal en escamas.

Fuente: Sweet Paul Magazine, otoño 2010.

Otras cremas con las que empezar una comida o una cena sencilla y a la vez especial:








jueves, 1 de diciembre de 2011

Gnocchi gratinados con tomate, espinacas y mascarpone


Mil gracias por todos los comentarios al post anterior y gracias de corazón por vuestras felicitaciones para Bianca. No he podido contestaros uno a uno pero me han emocionado vuestras palabras, muchas gracias de verdad.

Mis disculpas a todos porque llevo unos cuantos días desaparecida de mi blog y de los vuestros. Espero estar de nuevo en activo en unos días, y de momento os traigo un plato de pasta fácil y rápido, una de esas recetas resultonas que se preparan casi solas y con las que tenemos el éxito asegurado. Ideal para estos días de frío. Si la acompañamos con un buen Chianti y cerramos los ojos casi casi nos parecerá que estamos en Italia…

Ingredientes:

500grs de gnocchi
350 ml de salsa de tomate (Preferentemente casera y aromatizada con ajo y albahaca fresca)
100g de espinacas baby
250 grs de mascarpone
50 grs de Parmesano rallado

Preparación:

Poner a cocer los gnocchi en abundante agua salada. Mientras tanto, calentar la salsa y añadir las espinacas. Remover y mantener 5-6 minutos a fuego lento, hasta que las espinacas estén cocidas.
Cuando los gnocchi estén listos apartarlos del fuego, escurrirlos y mezclarlos con la salsa de tomate en una fuente apta para horno. Distribuir el mascarpone en 4-5 cucharadas repartidas por encima de la salsa y terminar con el queso rallado.
Gratinar hasta que el Mascarpone se haya diluido en la salsa y el Parmesano se haya fundido y tenga un bonito color dorado.




Fuente: BBC Good Food

viernes, 25 de noviembre de 2011

Feliz cumpleaños Bianca



Es por ti el 23 de noviembre
Es por ti el timbre de la escuela
Es por ti cada cosa que existe…
Es por ti que a veces llueve en junio
Es por ti el color de las hojas
La forma extraña de las nubes
Es por ti el jugo de las manzanas
Es por ti el rojo de las fresas
Es por ti el perfume de las estrellas
Es por ti la miel y la harina
Es por ti el sábado en el centro
Las ocho de la mañana
Es por ti la voz de los cantantes
La pluma de los poetas
Es por ti una camiseta a rayas
Es por ti la llave de los secretos
Es por ti la duda y la certeza
La fuerza y la dulzura
Es por ti que el mar sabe a sal
Es por ti la Nochebuena
Es por ti cada cosa que existe…

Traducido y adaptada de una vieja canción de Lorenzo Jovanotti que dedico a mi hija Bianca, que acaba de cumplir 4 años.

Felicidades amor mío, y gracias por cada beso, por cada abrazo, por cada sonrisa, por cada momento que paso contigo.


È per te ogni cosa che c’è, ninna na, ninna e…

martes, 22 de noviembre de 2011

Estofado de calabaza


La calabaza, ingrediente otoñal por excelencia, está siempre presente en las mesas en Estados Unidos en el día de Acción de Gracias y es tradicional tomarla en forma de pastel (El famoso Pumpkin Pie) o en forma de puré, o de estofado como éste que os traigo hoy. En USA se celebra esta fiesta el cuarto jueves de noviembre, es decir, dentro de dos días.
Estamos en la época ideal de las batatas y calabazas, y esta receta forma de prepararlas hará las delicias de cualquier comensal, sea o no vegetariano.
Tal y como está es exquisito, y va fenomenal para acompañar cualquier plato de carne o ave, pero si queremos convertirlo en plato único “carnívoro” unos taquitos de bacon bien dorado lo transformarán en una auténtica maravilla.
Ya sé que muchos pensarán que es absurdo prestarle tanta atención a una fiesta que no es nuestra, pero en la blogosfera celebramos todo, no? Además tengo familia en USA, de modo que me gusta dedicarle aunque sea un pensamiento a este día. Y por supuesto, dar gracias por lo bueno que me ha dado la vida, porque aunque en esta época tengo tantos problemas que estoy pensando en clasificarlos por temas o incluso por orden alfabético, no se me olvida que la vida me ha hecho el mejor regalo de todos. Este regalo cumplirá mañana 4 años y se llama Bianca. Así que gracias a la vida, gracias a Dios, a Mahoma, a Buda o a las fuerzas cósmicas del universo o a quien sea que me haya hecho este regalo, porque no sé a quién agradecérselo pero es una bendición que pensé que no recibiría y ahí está, alegrándome cada día y dando sentido a mi vida.
Si queréis ver más recetas (incluyendo el típico Pumpkin Pie) y algo de historia sobre esta festividad, en la nube de tags del pie de este blog podéis pinchar en la etiqueta “Acción de Gracias”
Y sin más os dejo pensando por qué daríais vosotros las gracias… y con la receta, claro, que no todo va a ser charla.



Ingredientes:

1 calabaza mediana-grande (Unos 4 kg de peso)
1 calabacín pequeño cortado en cubitos
30 ciruelas pasas deshuesadas
2-3 batatas peladas y cortadas en cubitos
4 cucharadas de hojas de cilantro picadas muy finas
400grs de maíz
Sal y pimienta
1 cucharada de azúcar moreno
2 cucharadas de mantequilla
400 grs de leche de coco
Canela, comino, orégano
1 cebolla grande cortada en juliana
3 dientes de ajo machacados
2 cucharadas de AOVE

Preparación:

Precalentar el horno a 200ºC. Cortarle a la calabaza la parte superior a unos 3 cm del tallo, con cuidado de que quede lo más entera y simétrica posible porque la utilizaremos como tapa. Vaciar la calabaza con mucho cuidado descartando las semillas que no vamos a utilizar. Si queréis una receta maravillosa con la que aprovecharlas, tenéis aquí esta coca maravillosa en el blog de Lolah.
Derretir la mantequilla y mezclarla con el azúcar moreno y la canela. Pincelar con esta mezcla el interior de la calabaza y de su tapa y hornear ambas juntas (una al lado de otra, sin poner la tapa encima) durante 20 minutos. Sacar del horno y reservar.
Mientras, salteamos en el aceite la cebolla y el ajo junto con las hierbas y especias. Añadimos el calabacín, la batata, la pulpa de la calabaza, el maíz y la leche de coco y cocinamos a fuego suave durante 20 minutos. Añadimos las ciruelas pasas y cocinamos otros 20 minutos.
Rellenamos con este estofado la calabaza, colocamos la tapa encima y horneamos durante 10 minutos.
Llevamos a la mesa junto con una buena hogaza de pan casero para mojar en la salsa, que queda espectacular, y esperamos tranquilamente a que nos hagan la ola.


Fuente: www.nigella.com

lunes, 21 de noviembre de 2011

Llegó mi AIG!



Llegó mi AIG… Hace ya una semana. Y es que ha sido una semana horrible llena de problemas con los que aún estoy a vueltas y no he tenido tiempo ni cabeza para fotografiar los regalos de Izaskun, a quien no conocía pero de quien ya me he hecho fiel seguidora. No dejéis de visitar su blog, La cuchara de La Baluga, porque ver sus maravillosas recetas con el marco incomparable de las vistas que tiene Izaskun desde su casa en el Valle del Sosiego es un deleite para los sentidos.
Hago un paréntesis para pedir disculpas a todos los que me han dejado saludos y comentarios tan amables en los posts anteriores y que no he podido corresponder visitando sus blogs o contestando al menos aquí. Entre hoy y mañana dejaré un par de comentarios en esos posts respondiendo a todos porque esta semana tampoco voy a tener tiempo de visitaros, pero no quiero dejar de agradeceros a todos vuestra amabilidad y va a ser ésa la única forma de hacerlo.
Prosigo con el AIG. Izaskun me ha regalado un montón de cosas preciosas y riquísimas que podéis ver en la foto, muchas de ellas de IKEA, lo cual es maravilloso porque soy 100% Ikeadicta, tanto como para hacérmelo mirar. Bueno, mejor explico exactamente cada cosa:

- Unas blondas reutilizables de 4 colores, de las que yo ya tenía un paquete que compré hace un par de años y habréis visto en muchos de mis posts pero como me encantan me viene genial tener 4 nuevecitas, que a las mías ya se les empieza a notar el uso.

- Un juego de plantillas para decorar tartas y bizcochos con azúcar glace, cacao, etc. y que pienso estrenar a la primera oportunidad.

- Tres cubiteras de colores, con forma de pececillos, de estrellas de mar y de corazones. A mi hija le han encantado y me las ha tenido secuestradas varios días, dice que son para sus tartas y pasteles. Y es que mi princesa ya apunta maneras.

- Una manopla y dos paños de cocina de un color beige rústico que me encanta, decorados con unas cintitas con motivos navideños. Izaskun, me gustan tanto que los voy a dejar para mis estilismos, me parecen demasiado bonitos para usarlos.

- Una cajita con 4 cortadores de galletas: Niño, niña, zapato y trineo. Estoy deseando estrenarlos!

- Una cuña de queso Idiazábal. Creedme que ha sido un auténtico esfuerzo esperar hasta hacer la foto para abrirla, porque me encantan todos los quesos en general y el Idiazábal en particular, me aficioné a él en una época en la que viajaba bastante a Donosti. Así que ahora que está hecha la foto ese queso ya tiene sus minutos contados.

- Unos muffins especiados riquísimos, que también a petición de mi hija hubo que abrir inmediatamente y también nos tocó hacer el sacrificio de esperar a la foto para poder hincar el diente al resto de la bolsa. Estaban ri-quí-si-mos! Creo que he dado con la receta en el blog de Izaskun, tengo que probarla en cuanto tenga un momento.

- El libro “Recetas y momentos” de Webos Fritos!!!! Sííííííí!!!!! El libro de Susana y Jesús, a estas alturas ya famosos en el mundo entero, y doblemente dedicado, por ellos dos y por la propia Izaskun, que asistió a la que probablemente ha sido hasta ahora la firma de libros más pasada por agua que han tenido Susana y Jesús. Si leéis la crónica de la firma en Bilbao en el blog de Su veréis que habla de Izaskun y de que compró un libro para ella y otro para AIG. Cómo me iba a imaginar que estaban hablando de mí? Ha sido una alegría enorme recibirlo, no tenía ni idea de quién me tocaría de AIG ni de qué me regalaría porque no me diigné escribir un post dando ninguna pista, pero Izaskun no podía haber acertado más con todo lo que me ha mandado.

- Y lo más bonito y conmovedor de todo ha sido la carta que me ha escrito explicándome cómo eligió todos los regalos, cómo fue a la firma del libro de Su con toda la ilusión para mandármelo, me habla también un poquito de su vida… Su carta es tan cálida y tan cercana que me ha conmovido, de hecho hubiera querido llamarla por teléfono para agradecerle todo pero fui incapaz y así se lo dije, me emocionó demasiado y preferí mandarle un mensaje y le escribiré con más calma un día de estos para agradecerle todo el cariño que he recibido a través de sus regalos. Mila esker Izaskun, me has llegado al alma y no es una exageración.
Aquí un primer plano del libro, “Recetas y momentos”, que a estas alturas ya casi todos tendréis/conoceréis:



El libro viene estructurado en capítulos que obedecen a ocasiones determinadas: “Sorprende a tu cuñado” me ha hecho muchísima gracia, y “Voy con prisas” parece la historia de mi vida. También hay recetas para quedar bien con los suegros, o para niños, en fin, para todas las ocasiones que se nos presentan en la cocina. Son recetas espectaculares pero sencillas de preparar a la vez, qué os voy a decir a estas alturas de la cocina de Su, o de las fotografías de Jesús. Un libro hecho por ellos sólo podía ser espectacular, y ya ocupa un lugar preferente en mi mesa de lectura.
Así que gracias también a Su y a Jesús por haber hecho esta maravilla de libro y habérmelo dedicado.
En un primer momento pensé en mostraros las dedicatorias, pero al igual que con la carta de Izaskun (que está guardada dentro del forro del libro) voy a ser egoísta y me las voy a guardar sólo para mí.


Y esto es todo por hoy, esta semana es el cumple de mi hija, así que entre el trabajo, los preparativos y la fiesta voy a estar bastante missing... otra vez, saldrá alguna entrada programada pero no estaré por aquí. Cuando pase la hecatombre espero poder subir fotos.




Feliz semana a todos. Sed buenos...




jueves, 17 de noviembre de 2011

Berenjenas con buttermilk



Hace un par de semanas en este estupendo post de Trotamundos sobre Londres y Ottolenghi me impactó la portada de “Plenty”, el nuevo libro de Yotam Ottolenghi, exclusivamente dedicado a las verduras. Inmediatamente lo añadí a mi lista de compras prioritarias pero no podía esperar a tener el libro para saber cómo estaban hechas esas berenjenas, así que me metí en el archivo de recetas de Ottolenghi en The Guardian y las encontré. La preparación es sencillísima pero la mezcla de texturas y sabores la hace espectacular.

Ingredientes para 4 personas:

2 berenjenas grandes
75 ml de AOVE
Sal
Pimienta negra
1 granadas
1 cucharadita de za’atar (*)
Tomillo fresco
(*) Za’atar: Mezcla oriental de especias compuesta por zumaque, tomillo, semillas de sésamo machacadas, mejorana, orégano y sal gruesa. Yo no la tenía y la he “tuneado” porque tenía todo menos el zumaque, que son unas bayas de sabor cítrico y que he sustituido por ralladura de limón que he desecado en el horno y semillas de cardamomo machacadas.

Para la salsa:

140 ml de buttermilk (Podemos hacerlo con 130 ml de leche entera y 10 ml de vinagre o de zumo de limón que mezclaremos y dejaremos reposar 10 minutos antes de utilizar)
100 grs de yogur griego
1 y ½ cucharadita de AOVE
1 diente de ajo picado
Una pizca de sal

Preparación:

Precalentar el horno a 200 ºC.
Lavar las berenjenas, secarlas y cortarlas longitudinalmente. Hacerles unos cortes en cuadrícula. Pincelarlas generosamente con AOVE hasta que queden bien empapadas en él. Salpimentarlas y colocarlas con el lado de los cortes hacia arriba en la bandeja del horno. Estarán listas en 40 – 45 minutos. Pasado este tiempo las sacamos del horno y reservamos.
Ahora sacamos las pepitas a la granada. La manera más fácil y rápida:
Cortamos la granada por la mitad. Tomamos un trozo y lo ponemos sobre la mano con el lado del corte hacia abajo, colocando un bol bajo nuestra mano . Vamos girando la granada y golpeándola con una cuchara de madera hasta que caigan todas las pepitas. Repetimos la operación con la otra mitad de la granada. Reservamos.
Para hacer la salsa, simplemente mezclamos en un bol todos los ingredientes y salamos a nuestro gusto.
Presentamos las berenjenas napando con la salsa sin cubrir los tallos. Echamos por encima unas cuantas pepitas de granada y espolvoreamos generosamente con za’atar y con hojas de tomillo fresco.

martes, 15 de noviembre de 2011

Ferrero Bundt Cake



La idea que yo tenía era hacer un bundt cake que recordara a los bombones Ferrero Rocher. Ya veis, qué cosa más simple y más tonta, pero a mí me apetecía, tenía esta idea rondando por la mente hace tiempo y se me ocurrió hacerla para el National Bundt Day, una iniciativa sobre la cual podéis informaros en el blog de Mary, The Food Librarian. Ella es una entusiasta de los bizcochos con mucho sabor y textura tierna, jugosa, apetitosa, pero no le preocupa mucho la decoración y las filigranas, así que es una entusiasta de los moldes de Nordic Ware. Mary es una de las culpables de que Bea se contagiara de la fiebre del bundt y a su vez Bea me contagió a mí.
He tenido muy mala suerte con la luz, me tocó un día muy oscuro y a pesar de que en vivo la decoración dorada era espectacular, sin embargo en foto no se aprecia. Le voy a tener que pedir a los Reyes un equipo fotográfico completo, aunque creo que van a pasar de mí igual que el año pasado :-)



Me gustan todos los bundt que he hecho hasta la fecha, pero creo que los que llevan buttermilk están entre mis preferidos. Me encanta lo esponjosa que queda la masa, por eso para este experimento decidí usar como base un bundt de buttermilk al cacao.
Estoy enamorada de estos moldes, con ellos se consiguen unos bizcochos sublimes, horneados de manera completamente uniforme gracias al material del que están hechos y a la perfecta distribución del calor que proporcionan. Y no, no llevo comisión de la marca, simplemente soy una apasionada de estos moldes y querría tenerlos todos porque hornear en ello es un placer y los cumplidos que recibo después me lo confirman. Si queréis participar en este evento no tenéis más que publicar hoy una receta de bundt (requisito indispensable: tener un molde de bundt, o uno muy bueno de silicona que haga las veces. No valen bizcochos horneados en forma de tubo, Mary odia particularmente ese tipo de molde porque como dice ella “es muy aburrido”) y notificarle a Mary nuestra participación antes del 24 de noviembre.



Bundt Ferrero
Ingredientes
Para el bundt cake de buttermilk al cacao:
280 grs de harina
20 grs de cacao
1 cucharadita de levadura en polvo
½ cucharadita de bicarbonato
125 grs de mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubitos
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 huevos ligeramente batidos
150 grs de azúcar
250 ml de buttermilk
Si no tenéis buttermilk, se puede sustituir mezclando una cucharada sopera de vinagre y leche entera hasta completar los 250 ml. Removemos, dejamos reposar 10 minutos y estará listo para usar)

Para el glaseado de Nutella:
60 ml de leche
50 grs de mantequilla
60 grs de Nutella

Preparación
Para el bundt:
Precalentamos el horno a 160º y engrasamos un molde de bundt de 24 cm
Tamizamos los ingredientes secos y reservamos.
Si tenemos que preparar el buttermilk también lo hacemos en este momento.
Batimos en el robot la mantequilla con el azúcara velocidad media hasta que esté muy blanca y cremosa. Incorporamos los huevos uno a uno, dejando que el primero se integre bien dentro de la masa antes de añadir el siguiente. Añadimos el extracto de vainilla y seguimos mezclando.
A velocidad baja, anadir a la preparación la mezcla de ingredientes secos alternando con el buttermilk en tres tiempos, terminando con por los ingredientes secos.
Llenar el molde con la masa y llevarlo al horno durante 40 minutos, o hasta que al pinchar el centro con una brocheta ésta salga completamente limpia.
Dejamos enfriar sobre rejilla unos 15 minutos. Pasado este tiempo desmoldamos y, siempre sobre rejilla, dejamos enfriar completamente antes de decorar con el glaseado.

Glaseado de Nutella:
Calentamos en el microondas la leche junto con la mantequilla hasta que ésta se disuelva.
Sacamos e incorporamos la Nutella. Removemos suavemente hasta que la Nutella se haya disuelto por completo. Ya está listo para echar por encima de nuestro bundt. Lo decoraremos con avellanas picadas de manera irregular y con sprinkles de azúcar dorado.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sopa de pollo con maíz, jengibre y té verde



Sarah from Simply Cooked was our November Daring Cooks’ hostess and she challenged us to create something truly unique in both taste and technique! We learned how to cook using tea with recipes from Tea Cookbook by Tonia George and The New Tea Book by Sara Perry.

Toda una sorpresa para mí cocinar con té verde, me ha encantado esta sopa y pienso repetirla y seguir experimentando con el té en la cocina.

Ingredientes:

6 cucharaditas de té verde
2 tazas de agua hirviendo
2 cucharadas de AOVE
1 trozo de jengibre del tamaño de una nuez
2 dientes de ajo picados muy finos
2 cebollas cortadas en juliana
½ kg de pechuga de pollo sin piel, cortada en tiras
6 tazas de caldo de ave o de verdura
200 grs de maíz en grano
Fideos de arroz, c.s.
Sal, pimienta blanca recién molida

Preparación:

Ponemos en una olla grande el agua hirviendo con el té y lo cocemos a fuego lento durante 2,5 minutos. Colamos y reservamos.
En otro recipiente ponemos el aceite y sofreímos la cebolla, el ajo y el jengibre sin dejar de remover, hasta que la cebolla esté dorada, unos 3-4 minutos.
Agregamos el pollo y salteamos hasta que éste se haya dorado, unos 3 minutos.
Introducimos todo en la olla donde tenemos el té junto con el maíz, llevamos a ebullición y cocemos tapado, a fuego suave, durante 20 minutos.
Cuando esté lista echamos los fideos, los dejamos cocer el tiempo que indique el fabricante, salpimentamos y servimos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Brownie picante con ron, especias y Nutella



A continuación un extracto de este post de Dani, alias @Pintxo, alias el Monstruo de las Galletas, donde encontraréis la explicación sobre este importantísimo evento de repercusión mundial.

"De los productores de la MegaGalleta llega ahora, El día del brownie. Sí, como lo leéis.

A los locos de siempre, lease: David Monaguillo, SandeeA y Anita Cocinitas, se nos ha ocurrido organizar el próximo viernes 11 de noviembre El día del brownie.

¿En qué consiste? En hacer una receta de brownie. Así de sencillo.

¿Quién se puede apuntar? Quien quiera, tenga blog o no. Da igual. Eso sí, si no tienes blog y quieres compartir tu brownie lo puedes hacer en alguna red social. Facebook o Twitter preferiblemente.

¿Qué receta puedes hacer? La que tu quieras, siempre que sea un brownie. Puedes hacer el brownie de chocolate de toda la vida o bien modernizar y darle un toque original cambiando ingredientes, añadiendo otros, etc.

Lo importante. Si vas a participar en El día del brownie, lo único que tienes que hacer es dejar un comentario en twitter con el hastag #eldiadelbrownie, o bien un comentario en
la receta que ponga yo ese día. Que espero sea muy original, o bueno, al menos un poquito.

¿Qué se gana? Participar en una estupenda y divertida locura de hacer un mismo tipo de receta todos el mismo día."

Y qué se me ha ocurrido a mí para aportar mi modesta contribución a esta efemérides? Un brownie un poco borracho, un poco especiado, un poco picante, en definitiva un poco loco, y que se derrite en la boca gracias a la intervención de la Nutella. Probar para creer.

Advertencias:

- Este brownie puede provocar alegría de vivir, despreocupación por la recesión, y sobre todo un gusto que te mueres.

- Dejar tranquila la botella de ron después de haber medido la cantidad que lleva la receta, de lo contrario todos los síntomas anteriormente descritos podrían acentuarse considerablemente.

- Tomar sin moderación y sin complejo de culpa.

- Si alguien se propone sustituir la mantequilla por tofu o el azúcar por sirope de ágave en esta receta, por favor, que no me lo diga. Es viernes y no tengo ganas de llorar.

Crazy, boozie, hot spicy Nutella brownie (Brownie picante con ron, especias y Nutella)

Ingredientes:

125 grs de mantequilla
125 grs. de chocolate de cobertura
125 grs. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de café soluble
1/2 cucharadita de mix spice
1/2 cucharadita de haba tonka rallada
1/8 de cucharadita de guindilla seca en polvo
2 cucharadas soperas de ron añejo
50 grs de avellanas picadas gruesas
2 huevos
½ taza de harina de repostería
1 pizca de sal

Preparación:

Precalentar el horno a 160º. Engrasar y forrar con papel sulfurizado un molde de 23 x 23 aprox. Reservar.

Fundir el chocolate junto con la mantequilla en el microondas a 650W durante 2 minutos aprox.

Sacar del microondas, añadir la Nutella, mezclar bien hasta que se disuelva e incorporar el azúcar y el extracto de vainilla, el café soluble y las especias.

Añadir los huevos de uno en uno, batiendo bien cada vez. A continuación el ron, mezclando bien.

Echar de un golpe la harina y mezclar al resto con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté suave y brillante y se desprenda del bol.

Verter la masa en el molde y alisar bien.

Hornear durante 30-35 minutos, o hasta que el brownie se despegue ligeramente de los bordes de las paredes del molde.

Dejar enfriar sobre rejilla mínimo 4 horas antes de desmoldar y cortar de la forma deseada.



martes, 8 de noviembre de 2011

Divagaciones otoñales y colaboración en Whole Kitchen




Ya sé que la foto es repetida, pero me encanta, no lo puedo evitar, para mí ya se ha convertido en el símbolo de este otoño tan esperado. Es mi estación favorita, con sus colores maravillosos, su fresquito y su lluvia, con el aire que ya se empieza a llenar de ese olor tan característico a hojas secas, a tierra mojada, a sopa calentita y a tazones de chocolate con nubes junto al radiador o a la chimenea, a… Esperad un momento… Y qué es ese otro olor? Pues a Navidad, claro! Cómo iba a ser de otra manera, si el turrón y el mazapán llevan ya semanas instalados en las estanterías del super?
En noviembre es el cumpleaños de mi hija, y desde hace cuatro años es para mí la fecha más importante del calendario. Este año será mucho más especial si cabe porque será el primer cumpleaños que celebremos con sus compañeros del cole… Y en casa! Sí, ya sé que es un poco locura pero me apetece y estoy emocionada de antemano al pensar en lo bien que se lo va a pasar jugando con sus amiguitos, en la carita que pondrá cuando vea su tarta y le canten cumpleaños feliz, en lo que va a disfrutar abriendo sus regalos…
Además este mes de noviembre he “aprobado” una asignatura repostera que tenía pendiente desde hace un par de años: conseguir unas bonitas Springerle. Las podéis ver durante esta semana en la sección “Food Talk”, en la homepage de The Daring Kitchen, y en este post, que subí ayer pensando en los que no se llevan bien con el inglés, por si les interesa saber más acerca de estas galletas de las que estoy absolutamente enamorada.


Aprovecho la ocasión para agradeceros a todos la buena acogida que le habéis dado a estas cookies, es un trabajo en el que he puesto mucho tiempo y cariño y entre todos habéis hecho que me sienta orgullosa de él. He leído comentarios maravillosos que me han animado muchísimo, algunos de amigos con los que nos seguimos desde hace tiempo, otros de recién llegados que me han hecho muchísima ilusión también. Estos días ando con poco tiempo y no he podido visitaros a todos, pero este fin de semana sin falta haré una ronda por todas vuestras cocinas, algunas tengo aún que descubrirlas! Gracias de corazón.


Y este mes de noviembre es también muy, muy especial porque me ha ocurrido algo que es un sueño hecho realidad: He colaborado con dos recetas en el número 12 del Whole Kitchen Magazine. Lo leo (más bien me lo estudio) todos los meses desde que salió el primer número dedicado a los bundt cake (un "vicio" en el que me introdujo la madrina de aquel primer número, Bea. Y ya van dos, Bea, porque el primero fue el de las galletas decoradas y tú lo sabes!), pero nunca pensé que Silvia y Beatriz contarían conmigo para participar en algún número, siempre pensé que era algo que estaba muy fuera de mi alcance y por eso cuando recibí su e-mail estuve varios días como flotando en una nube, sin salir de mi asombro. Yo colaborando con Whole Kitchen, y encima en el número de su primer aniversario! Qué honor y qué responsabilidad! He preparado las dos recetas con muchos nervios y mucha ilusión, intentando hacerlo lo mejor posible, y espero haber estado a la altura del nivel de la publicación, y de sus artífices y colaboradoras.
La primera de las recetas es un salmón en salsa de soja y lima sobre tortillita de arroz. No soy muy de pescado pero ésta es de mis recetas de fondo de armario, es una manera diferente y muy sencilla de preparar el salmón.




La segunda receta es un bocado delicadísimo, con una textura que recuerda a una mousse o a un soufflé. Se trata de unas tartitas de pudding de limón del libro “The Williams-Sonoma Baking Book” a las que le he añadido el toque exótico del cardamomo.



Espero que os gusten las dos recetas y que disfrutéis leyendo la última entrega del Whole Kitchen Magazine. Podéis verlo o descargarlo aquí, no os lo perdáis porque como siempre está lleno de buenas ideas y recetas para alegrar nuestras cocinas y nuestras casas en otoño.



lunes, 7 de noviembre de 2011

Springerle cookies


Muchos habréis visto ya a estas alturas el artículo que he escrito sobre las Springerle para la sección Food Talk de The Daring Kitchen, desde aquí os doy las gracias de corazón a todos los que lo habéis leído por vuestros comentarios positivos, me he sentido muy halagada y valorada, vamos, un subidón de autoestima.
He pensado hacer esta entrada para aquellos que tengan dificultades con el inglés, por si a alguien le gustan estas galletas y tiene interés en aprender algo más sobre su historia y sobre cómo hacerlas.
No deja de ser curioso que una uruguaya de nacimiento, española de adopción, y medio italiana por vivencias y por afinidad, de repente se enamore de unas antiguas galletas alemanas/nórdicas. Es lo que tiene la globalización!
Hablando en serio, mi enamoramiento de las Springerle empezó hace un par de años, más o menos cuando nació este blog. Por aquel entonces andaba buscando algo en internet y al toparme con ellas tuve uno de esos momentos OH-MY-GOD. Fue verlas y empezar a investigar para encontrar recetas, estudiar técnicas y descubrir dónde comprar algunos moldes para empezar.
Fue así como encontré a Gene Wilson, un artesano de Bellville (Ilinois-USA) que lleva casi 40 años fabricando manualmente estos moldes en madera, y a quien le compré mis primeros moldes. De momento tengo sólo seis, y digo de momento porque ahora que le he cogido el truquillo a estas galletas sé que nunca van a faltar en mi casa en Navidad, tanto para disfrutar en familia como para regalar, o incluso para adornar el árbol.
Mis primeros intentos de hacer estas cookies fueron un desastre. Algunas veces porque el clima no era el adecuado (no os aconsejo hacerlas en verano, el calor impide que se sequen bien y por tanto se les borra el relieve y se deforman al hornearlas) En otras ocasiones probé recetas que no me convencieron, o por textura o por consistencia.
Ha sido una prueba de paciencia hasta que finalmente di con las cantidades y los ingredientes que funcionan mejor para mi gusto, y hasta que he perfeccionado la técnica del marcado y del corte, que sobre el papel es algo sencillo pero requiere algo de práctica.
Había probado a hacer masa sólo de claras, me atraía la idea porque leí que con ella se consiguen galletas más blancas, pero la de las fotos que estáis viendo ahora se hace con huevos enteros y salen igual de blancas y encuentro que la masa es más fiable. El truco para que las galletas queden tan blancas está en batir los huevos muchísimo, tienen que doblar volumen y aclararse muchísimo.
Otras diferencias respecto a la receta que hice el año pasado para Navidad:
He utilizado levadura química en lugar del hartshorn. No hago las cookies con vistas a una conservación muy larga, que es la principal ventaja del hartshorn: no reacciona a la humedad sino a la temperatura, por lo que conserva las galletas más tiempo. Pero a mí no me duran tanto, así que ahora uso levadura química, que como todo el mundo siempre tengo en la despensa,
También le he incorporado una pequeña cantidad de mantequilla que hace la masa muy manejable y más cremosa al final.
Pero antes de compartir con vosotros la receta y el paso a paso os quiero hablar un poco de la historia de estas galletas por si os interesa. Si no es así podéis ir derechos hasta la receta.
Al final de este post encontraréis algunos links por si os interesa investigar un poquito más y queréis comprar lo necesario para estrenaros con estas cookies.
Las primeras Springerle de las que se tiene noticia son del siglo XIV y se localizan sobre todo en el sur de Alemania, Alsacia y algunos lugares de Suiza.
Se hacían moldes de arcilla, de madera y de metal. Muchos se conservan en museos y colecciones privadas en Europa. También hay algunas colecciones en Estados Unidos.
El origen del nombre parece estar en el hecho de que los primeros moldes representaban caballos y a veces a sus jinetes. En épocas remotas al parecer se sacrificaban animales, sobre todo caballos, y en algún momento los sacrificios asumieron, por fortuna, una forma simbólica por medio de estas galletas.
También se alude al hecho de que las galletas “saltan” (esto es intraducible, el término inglés exacto es “spring-up”, y originariamente en alemán el significado era algo así como “pequeño caballo de salto”), en referencia a los relieves que adquieren gracias a los moldes y a los pequeños “pies” que se crean en su base, igual que en el caso de los macarons franceses.
Con el tiempo los moldes comenzaron a representar una gran variedad de escenas bíblicas, y también incorporaron momentos de la vida cotidiana, como fiestas, nacimientos, compromisos y bodas, la vida en el campo, la jardinería, etc.
A lo largo de los siglos se han utilizado como ofrenda, como medio de enseñanza, como prendas de amor entre novios, y aunque los motivos hayan ido cambiando se han seguido haciendo y es una tradición que se mantiene, ahora simplemente porque son unas galletas preciosas, porque se conservan mucho tiempo y porque pese a ser un dulce que lleva poquísimos ingredientes tiene un sabor y una textura muy especiales, son un poco como el mazapán: crujientes por fuera y tiernas por dentro.
Y ahora os dejo con la receta. Hay muchas más y pienso seguir probando, aunque ésta me ha funcionado muy bien.

Ingredientes:

3 huevos a temperatura ambiente
400 grs de azúcar glace
65 grs de mantequilla blanda
¼ de cucharadita de sal
½ de carbonato de amonio(*) o levadura química
520 grs de harina para repostería (más harina extra para espolvorear la superficie de trabajo y nuestras manos)
1 cucharadita de esencia de anís (sustituible por cualquier otra esencia a condición de que no tenga color. En este caso he usado esencia de naranja)
(*) Agente leudante tradicionalmente utilizado para este tipo de galleta, tóxico en crudo pero inofensivo tras la cocción, que lo disipa completamente sin dejar sabor en el producto horneado.
Se puede sustituir por la misma cantidad de levadura química.

Preparación:

Tamizar los ingredientes secos. Reservar.
Batimos los huevos en el robot junto con el azúcar hasta que hayan doblado el volumen y estén blancos, al menos 15 minutos. Esto es importante para conseguir que las galletas queden muy blancas. Después añadimos la mantequilla por cucharadas batiendo a velocidad media. Cuando esté perfectamente integrada añadimos la esencia. Después bajamos la velocidad y añadimos la mezcla de harina poco a poco. Dejamos que la masa repose 10 minutos.







Espolvoreamos con harina la superficie de trabajo. Dividimos la masa en 4 y también la espolvoreamos con algo más de harina (aún está pegajosa, y es normal) y la trabajamos un poco hasta que no se nos pegue a los dedos. Estiramos hasta dejarla de 1 cm de espesor, presionamos con los moldes lo más uniformemente posible y cortamos las galletas con cuchillo, rueda dentada o cortador. (Yo utilizo cortador porque es mucho más cómodo, tengo uno redondo de ondas que es de la medida exacta de mis moldes)











Recomiendo ir cortando de una en una, porque de lo contrario la presión que ejercemos con el molde puede deformar el resto de galletas.
Si la masa se vuelve un poco seca nos humedecemos las manos para seguir trabajando.
Cuando hemos terminado de estirar y cortar y la masa ya está demasiado seca, hay una forma estupenda de aprovechar los recortes: los Chräbeli. Encontré este truco en una página que me recomendó mi querida
Lola. La tienda se llama “Änies Paradis” y tienen unas cosas estupendas para hacer Springerle (aunque aún no les he comprado) y un magnífico paso a paso con fotografías de la receta que ellos utilizan. También enseñan cómo utilizar los moldes para hacer unos relieves en papel que son ideales para manualidades (postales, cajas, etc.) Más abajo os pongo el link.











Para hacer los Chräbeli juntamos todos los trozos que nos han quedado de masa (nos humedecemos las manos si es necesario para poder manejarla bien) y hacemos un rollo de unos 1,5 cm de diámetro. Lo cortamos en porciones como de 4-5 cm, les hacemos unos cortes de cuchillo y los abrimos un poquito en abanico. A continuación los ponemos a secar con el resto de galletas que hemos hecho. Aquí podéis ver cómo quedan, yo los espolvoreé de azúcar glace y quedan riquísimos.








Dejaremos secar las cookies como mínimo 8 horas, y como máximo 24. Esto hace que las imágenes se fijen en la superficie de la galleta y permanezcan inalteradas tras la cocción.

Las hornearemos en horno precalentado a 150º durante 10 a 15 minutos dependiendo del tamaño. Las mías son de 6 cm de diámetro y están listas en 9-10 minutos, y los Chräbeli tardan unos 7 minutos. Lo importante es sacarlas del horno cuando están aún blancas en la superficie. La parte de abajo estará ligerísimamente dorada y la superficie se estará empezando como a despegar formando pequeños pies, como les ocurre a los macarons franceses.

Links:


Mi primer post de Springerle lo podéis leer aquí.

Aquí el artículo que he publicado en The Daring Kitchen.


Gene Wilson:
Gene Wilson es el artesano al que le compré los moldes que veis en las fotos. Son los únicos que tengo hasta la fecha y como podréis comprobar dan un relieve maravilloso a las galletas, donde se ve hasta el mínimo detalle.

The Springerle Baker
Esta es la página de la que he sacado parte de la información que tengo sobre la historia de las Springerle. Es un enamorado de estas galletas y en su web enseña sus creaciones no sólo comestibles, porque como os decía este tipo de moldes se puede utilizar para hacer manualidades.

Anise Paradise
Esta página, como os decía antes, me la descubrió Lolah. Es una tienda suiza que tiene una increíble variedad de moldes y de todos los utensilios necesarios para las Springerle. Su paso a paso me ha sido muy útil para perfeccionar mi técnica, y de aquí saqué la técnica de las “Chräbeli.”



The House on the Hill
Esta tienda estadounidense tiene una impresionante variedad de moldes, utensilios e ingredientes. La encuentro un poco cara y los gastos de envío son elevados pero tienen maravillas. En particular me llaman la atención sus rodillos para hacer varias Springerle de una tacada, pero aparte de que son algo caros no sé qué tal se me daría esta técnica.

Es todo, ya está bien de rollo por hoy, no?
Feliz semana a todos.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Sopa de avellanas



Hoy os traigo un plato ideal para los primeros fríos que va muy bien para dejar preparado con antelación y disfrutarlo al volver a casa. Os imagináis viendo la tele tapaditos con la manta en el sofá son un tazón calentito de esta maravilla en las manos? Os he puesto los dientes largos? Pues manos a la obra, que se tarda más en explicar esta receta que en hacerla!

Ingredientes:


100 grs de avellanas peladas, tostadas y trituradas (Reservar alguna para decorar)
1 pera conferencia
3 cucharadas de AOVE
1 patatas medianas
2 zanahorias medianas
Sal
Pimienta blanca recién molida
500 ml de caldo vegetal

Preparación:


Pelar y trocear las patatas y las zanahorias en cubitos. Reservar.
En una olla calentamos el aceite y rehogamos la pera pelada y cortada en cubitos hasta que esté dorada. Añadimos las avellanas y rehogamos un minuto o dos para que se tuesten un poco, sin dejar de remover constantemente para no lleguen a quemarse. Añadimos las patatas y las zanahorias, cubrimos con el caldo y dejamos cocer tapado a fuego bajo durante una hora. Retiramos del fuego, trituramos con batidora de mano y salpimentamos. Para obtener una textura más fina se puede pasar por el chino, aunque dejándola tal cual está igualmente exquisita, con una textura un poco más rústica.
Servimos con un hilo de AOVE y unas avellanas enteras.


Nota: Es importante no estornudar mientras dejamos caer el hilito de aceite encima de la sopa. Básicamente éste ha sido el motivo de que en vez de una bonita espiral a mí me haya salido un churro.

Fuente: G2 Kitchen, número 1, noviembre 2010.

lunes, 31 de octubre de 2011

Secreto de cerdo ibérico a la flor de sal del Cabo de Gata con reducción de Pedro Ximénez



Hace unos días me llegó un paquete con diferentes sales de la marca DiSal que estaba deseando probar, sobre todo la flor de sal del Cabo de Gata.
La empresa DiSal tiene una amplia gama de sales para todos los gustos y dietas, y con este plato he podido probar dos de ellas: la sal fina de mesa, de la línea “Salinas de Parques Naturales” y la flor de sal del Cabo de Gata.
En su web ellos mismos describen la belleza y el sabor de esta sal de una forma muy poética que reproduzco a continuación:
“En las noches de verano, cuando la oscuridad pone a enfriar los termómetros, los pequeños granos de sal que duermen en el fondo marino emergen hasta la superficie y se juntan atraídos como por un imán, formando pequeñas láminas de cristal de una rara belleza. Con la primera luz del día, las Salinas de Cabo de Gata amanecen cubiertas por miles de flores de sal, más hermosas de lo que nunca hayan estado antes. Y antes de que el viento las sople, las manos de los hombres las recogen cuidadosamente, dejándolas secar al sol durante más de un año para que permanezcan puras, blancas y conserven todo el sabor del mar.
De las salinas del Parque Natural de Cabo de Gata, Disal -la marca de la sal desde 1923- obtiene una sal gourmet naturalmente blanca en su forma más exquisita: la flor de sal es la reina de las sales por su textura fina y crujiente. Su blancura y formas irregulares son totalmente naturales.”

Pinchando aquí podéis ver todos los productos de esta salinera. Personalmente hasta el momento he probado sólo los dos tipos que he utilizado al preparar este plato y me han gustado mucho.
La receta cayó en mis manos hace casi un año y llevaba tiempo queriendo hacerla pero no encontraba el momento o la excusa. Es muy fácil de preparar pero lleva su tiempo, aunque el resultado es espectacular. Una manera totalmente diferente de comer este corte del cerdo, al menos para mí que estoy acostumbrada a hacerlo a la plancha y sin muchas ceremonias. Así preparado adquiere una textura melosa que contrasta con lo crujiente del exterior marcado en plancha, y la flor de sal del Cabo de Gata resulta el complemento ideal para acompañar este juego de texturas aporándole algo de chispeante y crujiente pero sin estridencias. Sin más, os dejo con esta receta que espero que os animéis a probar en breve y que os enamore como a mí.

Ingredientes y preparación:
Envasar al vacío un corte de secreto ibérico de unos 500 grs de peso con una ramita de romero, medio diente de ajo, sal fina de mesa Salins y pimienta negra.
Cocer en el horno a 65º durante 12 horas.
Reducir 200 ml de Pedro Ximénez con 50 ml de Gran Duque de Alba hasta que el líquido pierda unos 2/3 de su volumen y se transforme en una salsa con la consistencia de un caramelo ligero.

Montaje:
Marcar el secreto en plancha hasta obtener un exterior crujiente, dejando que el interior quede sonrosado.


Presentar cortado en tiras de unos 2 cm de ancho.
Salsear con la reducción de Pedro Ximénez y acompañar con setas de temporada o champiñones y unas patatas asadas al romero.
Espolvorear la carne y ambas guarniciones con flor de sal del Cabo de Gata justo antes de servir.

Fuente: Inspirado en una receta del restaurante La Marola, del hotel Zenit Coruña.


viernes, 28 de octubre de 2011

Film & food octubre 2011: Pesadilla antes de Navidad


Este mes las chicas de Film & Food nos invitan a inspirarnos en la película “Pesadilla antes de Navidad” para preparar dulces de Halloween.
El año pasado publiqué un post sobre los orígenes de esta celebración con una receta del que fue el primer dulce de Halloween, los Soul Cakes. Si os interesa saber acerca del origen de esta celebración que se remonta a la época de apogeo de la cultura celta, más allá de toda la parafernalia moderna de calabazas, murciélagos, etc., podéis leerlo pinchando aquí.
Pensaba reproducir aquí un extracto del maravilloso post que Ingrid y Alba han escrito para la ocasión pero me he dado cuenta de que no podía elegir sólo una parte, no sabría con cuál quedarme, así que os pongo aquí el enlace y os recomiendo que lo leáis detenidamente porque han elegido unas fotos estupendas de la película, explican su realización y el argumento de maravilla, y terminan con el poema original sobre Halloween de Tim Burton.
Teníamos dos opciones, que coinciden con la frase que repiten los niños en Estados Unidos cuando van de puerta en puerta pidiendo golosinas: Truco o trato? (Traducción muy libre de trick or treat)
En este caso el trato (treat) consistía en preparar la receta de nuestra elección para ofrecerla a otra persona, lo que implicaba un compromiso de publicación que yo no me atrevía a asumir porque este mes iba fatal de tiempo. Así que preferí el susto (trick), que consistía en preparar la receta que Ingrid y Alba nos propusieran, de forma que si no nos daba tiempo a participar no perjudicábamos a nadie. Teníamos que pedirles la receta por e-mail para mantener la sorpresa y a mí me tocaron “brownies a lo Halloween.” Como sugerencia me mandaron esta foto de GrossHalloweenRecipes.com:



Automáticamente recordé la casita encantada que quise hacer el año pasado y que se me rompió mientras la decoraba, lo que me ocurrió cuando ya era demasiado tarde como para plantearme volver a hacerla, y me dio mucha pena, así que este año pensé “Genial, le doy a los brownies un escenario adecuado y me quito la espinita de la casa.”
Ha sido mucho trabajo, para qué negarlo, y algún contratiempo, porque me pasó de todo y a punto estuve de tirar la toalla. Pero como he invertido tanto tiempo en ella me parecía que se merecía alguna foto y así mis brownies a lo Halloween están más acompañados, no?
La receta para la casa de galleta es la de cookies de chocolate de mi libro de cabecera en materia de galletas, “Cookie Craft”, de Valerie Peterson y Janice Fryer. En este post podéis ver la receta básica de galletas para decorar… O para construir, porque en el libro hay auténticas maravillas y no es difícil ponerlas en pie, sólo se requiere tiempo, tranquilidad, paciencia, y muy buen pulso. El patrón para la casa es el que viene en el libro y me he inspirado en sus fotos también para la decoración, aunque ni de lejos llego a la perfección de estas dos mujeres increíbles, así que quien haya visto las fotos del libro por favor que sea indulgente conmigo!





La receta de los brownies es la básica que hago siempre porque me da muy buenos resultados.

Brownies de chocolate

Ingredientes:
125 grs. de mantequilla cortada en cubitos
125 grs. de chocolate de cobertura
250 grs. de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 huevos
½ taza de harina de repostería
1 pizca de sal

Preparación:

Precalentar el horno a 160º y engrasar un molde de 23 x 23 aprox.
Fundir el chocolate en el microondas a 650W durante 2 minutos aprox.
Sacar del microondas, añadir la mantequilla cortada en cubitos, mezclar bien hasta que se disuelva e incorporar el azúcar y el extracto de vainilla.
Añadir los huevos de uno en uno, batiendo bien cada vez.
Echar de un golpe la harina y mezclar al resto con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté suave y brillante y se desprenda del bol.
Verter la mezcla en el molde y hornear durante unos 25 minutos, o hasta que la masa comience a despegarse del borde.
Enfriar sobre rejilla, y servir cortado en cuadritos.
Os deseo a todos un buen fin de semana, que para muchos de nosotros es largo, y que lo disfrutéis mucho tanto si celebráis Halloween como si no!

jueves, 27 de octubre de 2011

Daring Bakers octubre 2011: Povitica


The Daring Baker’s October 2011 challenge was Povitica, hosted by Jenni of The Gingered Whisk. Povitica is a traditional Eastern European Dessert Bread that is as lovely to look at as it is to eat!



Mi primer reto con las Daring Bakers después de muchos, muchos meses, es una delicia y estoy absolutamente encantada de haberla hecho.
Lo que lamento es que las fotos no le hagan justicia, porque como este mes tengo tantas cosas que hacer y publicar he tenido que volver a hornear con nocturnidad y alevosía, y al carecer de equipo fotográfico adecuado la luz por la noche da asco, y las fotos también, pero haced un pequeño esfuerzo de imaginación e imaginad lo bien que se vería esta maravilla a la luz del día, y sobre todo cómo huele la cocina al sacarlo del horno: nueces, cacao, café, la mantequilla y el azúcar que se transforman en caramelo, el perfume único de los dulces hechos con levadura… Hice una cuarta parte de la receta original porque no me veía capaz de trabajar tanto y sobre todo no quería encontrarme con cuatro de éstos ante el riesgo cierto de ponerme a comer a todas horas con los pretextos más variopintos (a la hora del desayuno, dos trozos porque no he cenado bien, después de comer un trozo porque es triste tomarse el café a palo seco, cuando merienda la niña porque así aguanto mejor hasta la cena, y después de la cena ya no habría pretexto válido pero con cargo de conciencia y todo me iría a la cocina y destaparía la campana por enésima vez para servirme un trozo. Diréis “qué exagerada” pero no, gente, no, que me conozco, y ahora que conozco este dulce sé que lo que digo es verdad. Pero me pesa no haber hecho siquiera media receta, porque una se acaba demasiado pronto, snif snif…
La Povitica Povitica (pronunciado “po-va-tit-sa”) es un pan dulce para postre, típico de la europa del este, y suele servirse durante las fiestas de Navidad. También se conoce como Nutroll, Potica, Kalachi, Strudia, etc. etc. Hay muchísimas versiones, prácticamente cada familia tiene su receta heredada que guarda celosamente y pasa de generación en generación, aunque hoy en día por desgracia se está perdiendo la costumbre de hornear este dulce y es una pena que se pierda algo tan exquisito y tan fácil de hacer en casa. Así que al igual que en el día internacional del pan os invitaba a hacer pan en casa, sea el que sea, incluso el de olla o pyrex, hoy os invito a probar a hacer algún pan dulce, empezando por éste. Es algo laborioso, sobre todo si hacemos mucha cantidad, pero no es difícil, y si lo hacemos en robot el único trabajo que tenemos que hacer es el de estirar la masa, pero es una masa muy elástica que se trabaja muy bien. Yo pensé que me daría mucho trabajo pero nada más lejos de la realidad.






Y como ya me he enrollado bastante, os dejo con la receta.

Povitica




INGREDIENTES
(Para un pan de 600 grs. aprox.)

Para la masa madre

(Este paso es necesario porque aunque este pan es dulce y el azúcar potencia la levadura, la masa pan contiene huevo y mantequilla, ingredientes que tienden a “frenarla.” Así, preparando esta pequeña masa madre conseguimos que la masa sea esponjosa a pesar de todos los ingrediente “pesados”, por llamarlos de alguna manera, que le vamos a añadir)
½ cucharadita de azúcar
¼ cucharadita de harina
2 cucharadas soperas de agua templada
7 grs de levadura fresca de panadería

Para la masa

½ taza (120 ml) de leche entera
3 cucharadas de azúcar
¾ de cucharadita de sal
1 huevo grande
30 grs de mantequilla derretida
2 tazas (280 grs) de harina

Para el topping

2 cucharadas de café fuerte
1½cucharaditas de azúcar Teaspoons (7½ ml/7 gm/¼ oz) Granulated Sugar
Mantequilla derretida

Para el relleno

280 grs de nueces picadas finas
60 ml de leche entera
60 grs de mantequilla derretida (más unos 30 grs para pincelar la masa)
1 yema de huevo batida
¼ de cucharadita de extracto de vainilla
115 grs de azúcar
¼ cucharadita de cacao puro en polvo
¼ cucharadita de canela en polvo





Preparación

Masa madre:



En un bol pequeño, deshacer la levadura con los dedos y añadirle el agua, mezclando hasta que se disuelva. Añadir el azúcar y la harina y remover hasta que se mezclen. Cubrir con film y dejar actuar mientras preparamos el relleno y pesamos y medimos los ingredientes de la masa.

Relleno:



Mezclar en un bol las nueces picadas, el azúcar, la canela y el cacao.
Calentar la leche sin que llegue a hervir e incorporarla a la mezcla de las nueces, azúcar, etc.
Añadir el huevo y remover hasta que todo esté perfectamente mezclado.
Cubrir con un paño y dejar reposar hasta el momento de utilizarlo.
Si la mezcla quedara muy espesa se puede aligerar con un poco de leche (A mí no me ocurrió)

Masa:



Calentar la leche sin que llegue a hervir. Verter en la jarra del robot. Añadirle el azúcar y la sal. A continuación incorporamos el huevo batido, la masa madre, la mantequilla derretida y cuando esté todo perfectamente integrado, vamos incorporando la harina poco a poco sin dejar de batir hasta que la masa se despegue ligeramente de las paredes de la jarra.
(Jenni dice que no usó toda la harina de la receta original, yo sí, e incluso tuve que espolvorear bastante harina en la superficie de trabajo para que no se me pegara, aunque con prudencia para no endurecer la masa que tiene que quedar muy elástica para poder estirarla)
Poner la masa en un bol ligeramente untado en aceite, cubrirlo con film y dejarla reposar hasta que doble su tamaño (a mí me tardó 1 y ¼ horas)
Cuando esto ocurra ya podemos estirarla.
Enharinamos la superficie de trabajo. Ponemos encima la masa, espolvoreamos con algo de harina por encima de la masa también y la estiramos con rodillo empezando por el centro y trabajando hacia fuera,, hasta que tengamos un rectángulo de 25 x 30 aprox. que pincelaremos con mantequilla derretida.
Volvemos a estirar la masa ayudándonos con el rodillo hasta que esté muy fina y opaca.
En este punto de la explicación de Jenni me reí porque dice que “Cuando pienses que la masa está lo suficientemente fina, intenta dejarla aún más fina. Debería ser tan delgada que seas capaz de ver el color y quizá el dibujo de la mesa de trabajo.”
Y respetando las instrucciones eso hice: cuando fui capaz de distinguir las vetas de la madera de la encimera me di por satisfecha.
Cuando tenemos la masa perfectamente estirada, repartimos el relleno por encima y formamos un rollo por el lado largo del rectángulo. La idea es poner el rollo resultante (De unos 75 cm de largo al final) enrollado dentro de un molde de cake en forma de U, con las puntas juntas en el interior de dicha U.
Ahora pincelamos nuestra povitica con el café mezclado con el azúcar (si a alguien no le gusta el café puede pincelar la masa con clara de huevo batida)
Cubrimos el molde y lo dejamos reposar durante 15 minutos cubierto con un paño. Aprovechamos para precalentar el horno a 180º.
Pasados los 15 minutos llevamos el molde al horno y lo horneamos 15 minutos a 180º y después otros 45 minutos (o hasta que esté hecho) a 150º.
Si observamos que la superficie se dora demasiado podemos ponerle un trozo de papel de aluminio por encima (Yo lo hice, y justo a tiempo!)
Cuando esté hecha, la sacamos del horno y la pincelamos inmediatamente con mantequilla derretida.
La dejaremos reposar sin desmoldar al menos durante 30 minutos. Yo la dejé un par de horas porque ese día aún hacía calor y no hay que desmoldarla hasta que esté tibia, de lo contrario podría romperse.

Para cortarla, lo mejor es darle la vuelta y hacer rebanadas con un cuchillo dentado.