sábado, 31 de diciembre de 2011

Brigadeiros de fiesta y Feliz 2012!



La última receta del año es muy dulce, para despedir el nuevo año con alegría y saludar el 2012 con esperanzas renovadas.
Es una receta sencilla y humilde que hoy se viste de fiesta gracias al azúcar dorado y que puede acompañar perfectamente nuestra copa de cava o sidra, no creéis?
Muy feliz año a todos los que paséis por aquí, espero compartir con todos vosotros muchas buenas recetas durante este año que ahora empieza. Sed felices!
Brigadeiros (Según la versión de Gastronomía & Cia.)
Ingredientes :
400 grs de leche condensada
30 grs de mantequilla
20 grs de cacao puro en polvo
Preparación:
Ponemos todos los ingredientes en un cazo de fondo grueso (yo utilicé una cocotte pequeña) que lllevaremos a fuego medio. Removemos hasta que esté todo perfectamente disuelto y a partir de ese momento contaremos diez minutos sin dejar de remover, hasta que la mezcla comience a desprenderse de las paredes del cazo. En ese momento retiramos del fuego y dejamos enfriar (Si usáis cocotte cambiad la mezcla de recipiente o seguirá cociendo y os encontraréis que en lugar de bombones que se funden en el paladar os han salido caramelos duros)
Cuando la mezcla esté fría, formar bolitas y rebozadlas con cacao en polvo, sprinkles de colores, etc.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Felices Fiestas a todos!



Acabo el año horneando galletas después de mucho tiempo sin poder hacerlo y quería compartirlas con vosotros, dedicándolas especialmente a las “culpables” de mi vicio galletil: Bea, Trotamundos, Silvia y Paula. Quise seguir la iniciativa de Silvia de publicar una receta de galletas al mes y me ha sido imposible, el 2011 al parecer tenía planes diferentes a los míos y no he sido capaz de llevar a buen puerto muchos proyectos que tenía.
Pero siempre existe la capacidad de renovarse, de recuperarse y de reinventarse. Yo estoy en ello desde hace un par de años y el día menos pensado creo que lo conseguiré.
Cada fin de año me invade una extraña melancolía, una añoranza de muchas cosas en general y de ninguna en particular. Pero también lo veo
como
un momento mágico, en el que un libro se cierra (Bueno o malo ya no importa) y otro se abre. Y la esperanza de llenar ese nuevo libro en blanco me da fuerzas para recibir el nuevo año con ilusión.
Para empezar el 2012 hago mío el pensamiento de George Eliot: “Nunca es tarde para ser quien podrías haber sido.”
***Edito: Olvidé decir antes que George Eliot es el seudónimo de Mary Anne Evans, novelista británica del XIX que ocultó su nombre por mantener una relación de muchos años con un hombre separado... Aunque acabó casándose con un amigo de ambos. Se le atribuyen muchas frases que me gustan, quizá la más relacionada con nuestro mundo bloguero-gastronómico sea ésta: "Nadie puede ser sensato con el estómago vacío."***

A todos, mis mejores deseos de unas fiestas maravillosas y de un 2012 lleno de felicidad y éxitos.

Gingerbread cookies
La receta es de mi libro de cabecera, “Cookie Craft”, de Valerie Peterson y Janice Fryer, cuya lectura (más bien debería decir estudio) alterno con "Cookies" de Martha Stewart y últimamente con "Biscuiteers Book of Iced Biscuits", porque aunque no tenga tiempo de hornear galletas en la práctica siempre lo estoy haciendo con el pensamiento!

Ingredientes para unas 48 galletas pequeñas, 37 medianas o 18 grandes:

5 tazas de harina
2 cucharaditas de jengibre en polvo
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de All spice
½ cucharadita de levadura química
½ cucharadita de sal
226 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1 taza de azúcar blanquilla
1 huevo grande
1 taza de melaza

Preparación:

Tamizar juntos todos los ingredientes secos y reservar.
En el robot o Kitchen Aid, batir la mantequilla con el azúcar a velocidad media hasta que esté cremosa y blanca.
Sin dejar de batir, incorporar el huevo y la melaza. Cuando esté todo perfectamente incorporado, bajar la velocidad y empezar a añadir los ingredientes secos, batiendo hasta que la masa esté perfectamente homogénea y se despegue ligeramente de las paredes del bol.
Volcar la masa en la superficie de trabajo, dividirla en tres partes y formar una bola aplastada con cada una.
Trabajar con una bola de masa cada vez. Estirarla entre dos hojas de papel sulfurizado a un grosor de 0,5 cm y cortar con los moldes de nuestra elección.
Una vez que tengamos las galletas cortadas las enfriaremos al menos durante 30-40 minutos antes de hornearlas para que no pierdan la forma.
Llevarlas al horno precalentado a 180º y hornear entre 9 y 15 minutos dependiendo del tamaño. El Sr. y la Sra. Jengibre tardaron unos 10 minutos, y la casita unos 13. Lo mejor es ir mirando y retirarlas en el momento que veamos que los bordes se empiezan a dorar.
Para decorar he utilizado glasa blanca, podéis ver la receta e instrucciones en este post
Un agradecimiento especial a Izaskun, mi AIG de este año, a ella le debo estos fantásticos cortadores, entre otros muchos regalos maravillosos que he recibido de ella, el más preciado sin duda conocer sus recetas y un poquito de ella misma. Un gran abrazo desde aquí, Izaskun.



lunes, 19 de diciembre de 2011

PfefferNüssen de Juana para el cookie swap de Film & Food



Casi no llego! Vaya horas de publicar, hoy me siento bloguicienta, si me descuido me dan las doce y el post se me convierte en calabaza!
He participado en una maravillosa iniciativa de Ingrid y Alba dentro de su blog Film & Food: un cookie swap, o lo que es lo mismo, un intercambio de galletas, que era algo de lo que tenía ganas hace tiempo. Basándose en el libro "Recetas y confidencias" se les ocurrió esta idea genial con la que muchas hemos disfrutado un montón.
Mi amiga invisible galletera ha sido Juana, cuyo blog La cocina de Babel he descubierto ahora y me ha sorprendido gratamente. Unas fotos preciosas, unas recetas muy cuidadas, y para muestra estas PfefferNüssen que eran realmente exquisitas y que a mi madre y a mí nos han alegrado unas cuantas meriendas y sobremesas junto a la chimenea con café y chocolate calentito. Un lujazo!
Copio aquí literalmente su receta y su explicación tal y como ella la publicó porque me ha parecido divertidísima. Ella la sacó de un libro de Martha Stewart, una edición francesa titulada "La biblia de los pequeños pasteles." También está en el libro "Cookies" de Martha, que tengo la suerte de tener, así que no tardaré en hacerlas porque son algo realmente exquisito. Y mirad cómo me las preparó de bonitas en esa caja maravillosa que ya ha pasado a formar parte de la decoración de mi habitación! Aunque ya te lo dije por mail mil gracias Juana, me ha encantado todo, las galletas, la receta, la foto-postal, la carta... En todo se respiraba cariño y atención, gracias y un beso enorme.
Bueno, que me estoy enrollando demasiado y no son horas. Hale, la receta.
INGREDIENTES (salen unas 24 galletas dependiendo del tamaño):

- 315 gr de harina.
- 1/4 de cucharadita de pimienta recién molida.
- 3/4 de cucharadita de canela molida.
- 1/2 de cucharadita de cuatro especias.
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida.
- 1/4 de cucharadita de clavo molido.
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato de soda.
- 115 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- 150 gr de azúcar moreno.
- 60 ml de melaza.
- 1 huevo grande.
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
- 150 gr de azúcar glas.

PREPARACIÓN:

- En un bol grande mezclar la harina, especias y bicarbonato de soda. Reservar.

- Introducir la mantequilla y el azúcar moreno en el bol de un robot y batir a velocidad media hasta que la mezcla forme espuma (eso dice la receta. En mi caso solo conseguí mezclar y ya está!). Incorporar el huevo, el extracto y seguir batiendo un minuto más.

- Reducir la velocidad y añadir la mezcla de harina muy poco a poco. Mezclar hasta que la masa sea homogénea. Si veis que queda demasiado pegajosa (como me ocurrió a mi!) añadid una cucharada rasa de harina más.

- Precalentar el horno a 180º y forrar una bandeja de horno con papel vegetal.

- Con las manos mojadas o engrasadas ligeramente formar bolitas del tamaño de una nuez (de ahí le viene lo de nüssen parece ser) y disponerlas sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Lo ideal es que estén separadas unos 4cm entre si para que no se peguen.

- Hornear unos 15 min o hasta que veáis que su superficie se cuartea ligeramente. Recomiendo estar siempre cerca de las galletas y no irse a hacer pipí y cosas así... un minuto puede marcar la diferencia entre una deliciosa galleta o una profunda decepción!.

- Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla... si no tenéis un horno grande tendréis que repetir la operación.

- Introducir el azúcar en una bolsa hermética, y bañar las galletas en el por tandas.
Dicen que duran una semana dentro de una lata...como se las mandé a alguien por correo, espero que ese alguien me lo confirme, o al menos que no tenga una indigestión!! ;)
Todo lo contrario querida Juana. Lo dicho, un placer conocerte y probar esta exquisitez.
Si queréis ver las que preparé yo están aquí. Me tocó en suerte Catalina, a la que tampoco conocía, y que ha escrito un post precioso que me ha sacado los colores. Muchas gracias Catalina, me alegro de que te gustaran mis cookies. A partir de ahora te sigo de cerca!
Ya estoy impaciente por saber cuál será la próxima ocurrencia de Ingrid y Alba...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pierna de cordero rellena de higos y queso Feta en cocotte



Hoy os traigo un plato digno de una mesa de fiesta, ideal para las fechas que se avecinan.


Al igual que el primer plato que os recomendé en el post anterior, tiene la gran ventaja de que lo podéis dejar preparado con antelación y se hace casi solo. Una vez que todos los ingredientes están en la cocotte y lo llevamos al horno, podemos dedicarnos a seguir preparando todo para nuestros invitados. O tomar un baño de burbujas mientras el horno y la cocotte trabajan por nosotros.


Si sois entusiastas del cordero como plato fuerte en Navidad y queréis probar una opción diferente del típico cordero asado consigo mismo, os recomiendo esta receta de inspiración griega, de sabor muy particular y textura increíble.
La cocción en cocotte deja la carne tan tierna que se deshace en hebras. Los higos en el relleno equilibran perfectamente la sal del queso Feta, y las hierbas le dan un aroma incomparable, muy especial pero delicado. Y la salsa, aunque a priori pudiera parecer fuerte, con la cocción tan prolongada queda perfecta, no se nota en ningún momento el sabor al vino, ni mucho menos al vinagre. Es un plato con carácter y os recomiendo que seáis valientes para probarlo, se sale de lo convencional pero el resultado es espectacular. Probad a servirlo con unas cebollitas confitadas y unas patatas asadas con romero y el éxito está asegurado.




Ingredientes:



8 higos secos cortados en cubitos de ½ cm
200 grs de queso Feta, cortado igual que los higos
2 dientes de ajo picados muy finos
4 cucharadas de cilantro picado muy fino
2 cucharadas de menta fresca picada muy fina
1 pierna de cordero de 1,5 kg de peso aprox., deshuesada
12 hojas de laurel
2 cucharadas de AOVE
4 cebollas cortadas en juliana
100 ml de vinagre balsámico de Módena
300 ml de vino tinto (yo usé un buen reserva Ribera del Duero)
2 cucharadas de miel






Preparación:



Primero haremos el relleno.
Mezclamos los higos, el queso Feta, el ajo y las hierbas. Lo trabajamos con las manos hasta que tengamos una pasta con la que rellenaremos el cordero. Lo ataremos muy bien, deslizaremos por debajo del bramante las hojas de laurel, y sazonaremos la pierna.
A continuación la marcaremos por todos sus lados en la cocotte donde previamente habremos calentado el aceite. Retiramos la pierna y la reservamos.
Ponemos la cebolla en la cocotte donde hemos dorado la carne y la doramos bien. Volvemos a poner la pierna dentro de la cocotte y cocinamos todo junto durante unos 10 minutos, removiendo para que la cebolla no se queme.
Incorporamos a la cocotte el vinagre, el vino y la miel y giramos un par de veces la pierna sobre sí misma para que se mezcle todo con los jugos de la cebolla y de la carne. Lo dejamos burbujear 5 minutos y retiramos del fuego.
Tapamos la cocotte y la llevamos al horno, que habremos encendido 5 minutos antes (no conviene que esté demasiado caliente) poniéndolo a 200ºC. Dejamos cocer durante una hora y media. Durante ese tiempo abriremos el horno un par de veces y regaremos la carne por encima con el caldo.
Pasado ese tiempo, quitamos la tapa a la cocotte y dejamos cocer media hora más, o hasta que la carne esté dorada por encima.
Retiramos la pierna de la cocotte, la envolvemos en una hoja de aluminio y la dejamos reposar durante 15 minutos antes de servir.
Si el caldo hubiese quedado muy líquido, lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición, dejándolo cocer 2-3 minutos hasta que reduzca.




Fuente: Good food - 101 Slow-Cooking recipes




Otros posibles segundos platos que os recomiendo para estas fechas:




Boeuf Bourguignon




Pollo estofado con albaricoques




Secreto ibérico con reducción de Pedro Ximénez





domingo, 11 de diciembre de 2011

Crema de patatas asadas al romero con puerros y castañas





Empiezo a traeros propuestas para las comidas y cenas especiales de estos días, y por supuesto comienzo con los primeros.

Por qué empezar con una crema? Porque se pueden dejar hechas con unas horas de antelación, calentándolas en el momento de servir y permitiéndonos ganar tiempo para poner la mesa y arreglarnos antes de que lleguen los invitados, evitando así el temido momento en el que suena el timbre y palidecemos de terror al tiempo que exclamamos: “Y yo con estos pelos!”


Ingredientes para 4 personas:

4 patatas grandes
4 ramitas de romero
100 grs de castañas cocidas
1 puerro grande (sólo la parte blanca)
1 cebolla pequeña
Sal fina
Flor de sal
Sal en escamas
Pimienta negra recién molida
AOVE
4 tazas de caldo de ave o de verduras
200 ml de nata o crème fraîche (Reservaremos dos cucharaditas para decorar)

Preparación:


Lavar, pelar y cortar las patatas en trozos pequeños. Ponerlas en una bandeja de horno junto con los tallos de puerro cortados a lo largo y la cebolla en cuartos. Rociar con AOVE y flor de sal, colocar por encima el romero y hornear durante 25-30 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Sacar del horno y retirar el romero.
Poner el caldo en una olla y añadir las patatas, el puerro y la cebolla. Incorporar las castañas y la nata y triturar con batidora de mano.
Probar de sal. Salpimentar a gusto. Llevar a ebullición y bajar el fuego. Dejarlo cocer durante unos 10 minutos.
Servir acompañado de croûtons, una ramita de romero, un par de cordones de nata, aceite y sal en escamas.

Fuente: Sweet Paul Magazine, otoño 2010.

Otras cremas con las que empezar una comida o una cena sencilla y a la vez especial:








jueves, 1 de diciembre de 2011

Gnocchi gratinados con tomate, espinacas y mascarpone


Mil gracias por todos los comentarios al post anterior y gracias de corazón por vuestras felicitaciones para Bianca. No he podido contestaros uno a uno pero me han emocionado vuestras palabras, muchas gracias de verdad.

Mis disculpas a todos porque llevo unos cuantos días desaparecida de mi blog y de los vuestros. Espero estar de nuevo en activo en unos días, y de momento os traigo un plato de pasta fácil y rápido, una de esas recetas resultonas que se preparan casi solas y con las que tenemos el éxito asegurado. Ideal para estos días de frío. Si la acompañamos con un buen Chianti y cerramos los ojos casi casi nos parecerá que estamos en Italia…

Ingredientes:

500grs de gnocchi
350 ml de salsa de tomate (Preferentemente casera y aromatizada con ajo y albahaca fresca)
100g de espinacas baby
250 grs de mascarpone
50 grs de Parmesano rallado

Preparación:

Poner a cocer los gnocchi en abundante agua salada. Mientras tanto, calentar la salsa y añadir las espinacas. Remover y mantener 5-6 minutos a fuego lento, hasta que las espinacas estén cocidas.
Cuando los gnocchi estén listos apartarlos del fuego, escurrirlos y mezclarlos con la salsa de tomate en una fuente apta para horno. Distribuir el mascarpone en 4-5 cucharadas repartidas por encima de la salsa y terminar con el queso rallado.
Gratinar hasta que el Mascarpone se haya diluido en la salsa y el Parmesano se haya fundido y tenga un bonito color dorado.




Fuente: BBC Good Food