Por mi aprendizaje gastronómico en Italia hay dos cosas que nunca mezclaría con el queso: El pescado y los hongos o las setas. Cuando de jovencita, trabajando en un restaurante italiano, alguien me pedía parmesano para su pasta al tonno o alle vongole, el corazón y el estómago se me encogían y me tenía que morder la lengua para no decirle al solicitante que por favor no cometiera semejante sacrilegio. Una vez un señor se dio cuenta de mi desazón y me dijo “Señorita, no se lo tome a mal, pero es que para mí la pasta sin parmigiano es como una planta sin flores.”
Pues bien, con los platos que llevan hongos o setas me ocurre exactamente lo mismo. Incluso a un risotto ai funghi soy incapaz de echarle queso, y eso que soy “quesoadicta” confesa.
Pero he tenido que hacer una excepción con este plato. Desde que lo vi en la web de Donna Hay me llamó la curiosidad y sentí la imperiosa necesidad de probarlo, y me pareció un plato ideal para hacer en skillet, porque en este caso conseguimos, como dice Sergio Fernández, cocinar por el método “yoensuciosólouncacharro.com”
La preparé y me encantó. Es algo que hay que comer inmediatamente después de sacarlo del horno, a ser posible sin entretenerse a fotografiarlo, so pena de tener que calentarlo otra vez y perjudicar ligeramente el resultado final.
Merece la pena. Los tres tipos de queso empleados se complementan muy bien entre sí, y el romero y la salvia lo hacen realmente especial. Así que tostad pan, preparad la skillet o la fuente apta para horno, y probad, os va a encantar.
Ingredientes para 4 personas (O para 2 muy hambrientas):
500 grs de champiñones
Sal
AOVE
2 ramitas de romero
6 hojas de salvia
250 grs de mozzarella de búfala
75 grs de Emmental
50 grs de Parmesano
Sal
AOVE
2 ramitas de romero
6 hojas de salvia
250 grs de mozzarella de búfala
75 grs de Emmental
50 grs de Parmesano
Preparación:
Lavar y cortar los champiñones en cuartos. Secar y rehogar en la skillet con una cucharada de aceite y sal al gusto.
Cuando estén listos, eliminar el exceso de líquido y distribuir por encima la mozzarella cortada en tacos y los otros dos quesos rallados. Colocar una ramita de romero a cada lado y poner las hojas de salvia a intervalos lo más regulares posible para que todo el plato se impregne de su sabor.
Llevar al horno precalentado a 200ºC con el grill encendido y gratinar hasta que la mozzarella esté completamente fundida.
Servir inmediatamente con pan tostado y un buen tinto joven. Ya sé que mucha gente acompaña las setas y champiñones con blanco o incluso con cava, pero para mi gusto un tinto va mejor con los quesos y si es joven mejor, porque permitirá apreciar el regusto a bosque que dejan la salvia y el romero. Yo no soy enóloga, es sólo mi modesta opinión…
Fuente: Adaptado de una receta de Donna Hay