Otoño, revolución, chocolate...
Otoño
Según el diccionario es la estación del año que, astronómicamente, comienza en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de invierno.
Para mí, es mi estación favorita del año. Aire fresco y húmedo que respiro con auténtico alivio, árboles que se tiñen de mil tonalidades del rojo al marrón, el crujido de las hojas secas bajo mis pies. Las uvas, las granadas, las calabazas, las castañas… Y la lluvia. Que en Madrid no se prodiga demasiado.
Revolución
Según el diccionario es un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional. También es la rotación de una figura alrededor de un eje, que configura un sólido o una superficie.
Para mí esto último es lo que ha ocurrido en mi vida en los últimos dos años. Una serie de cambios bruscos, una cantidad de acontecimientos que a veces he deseado y controlado y a veces no, y un giro completo para volver a donde estaba al principio. Pero las cosas nunca vuelven a ser exactamente las que fueron. Y eso es bueno. Prefiero pensar que ahora soy más sabia, intento cada día perdonarme por todo lo que hice mal en el camino y recuperar muchas cosas que me hacen feliz y que durante un tiempo he tenido abandonadas. Entre otras, la cocina.
Chocolate
Según el diccionario es una pasta hecha con cacao y azúcar molidos, a la que generalmente se añade canela o vainilla.
Para mí… Por dónde empiezo? Creo que fue mi primer amor, no recuerdo qué edad tenía cuando lo probé por primera vez pero sí sé que me enamoré perdidamente. Y él me corresponde. Siempre ha estado a mi lado para celebrar lo bueno, para olvidar lo malo. No importa cuál es la pregunta: El chocolate siempre es la respuesta.
Y de esto sabe mucho mi amiga Sandra Mangas. Por eso, y por lo generosa que es, ha decidido publicar esta maravilla de libro: “Chocolate”, en el que además de 70 recetas cada una mejor que la anterior, comparte su sabiduría chocolatera y nos explica de una forma más clara y más sencilla imposible las clases de chocolate, las técnicas para atemperarlo, para conservarlo… Todo ello acompañado de las fotografías excepcionales a la que nos tiene acostumbrados y con ese sentido del humor suyo tan característico.
El viernes pasado yo estaba intentando cortar leña, básicamente peleándome con la motosierra (E iba ganando la motosierra) cuando una mensajera muy simpática llamó a mi puerta para entregarme el libro. Debí de poner tal cara de felicidad que la chica me dijo “Vaya, deben ser muy buenas noticias, me alegro de habértelas traído.” Y tenía razón, eran muy buenas noticias. Me sentí como si fuera niña y hubiesen llegado los Reyes Magos, que son los únicos frente a los que no me declaro republicana.
Me lo he leído del tirón y no me ha quedado más remedio que ponerme a cocinar inmediatamente alguna de sus recetas porque de lo contrario hubiese sido capaz de hincarle el diente al libro!
Así que gracias Sandra, por este regalo maravilloso y por ser mi inspiración para volver a la cocina y a la fotografía después de tanto tiempo alejada de ellas. Esta receta te la dedico con todo mi cariño y admiración. Va por ti, ojazos!
Galletas de cacao
Ingredientes:
200 gramos de mantequilla en pomada
200 grs de azúcar glace
1 huevo grande
Una pizca de sal
400 grs de harina
50 grs de cacao puro en polvo
Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté blanca y cremosa. Añadir la clara de huevo y mezclar bien. Tamizar la harina, el cacao y la sal y añadirlos a la preparación. Mezclar hasta que esté todo perfectamente integrado. Con la ayuda de un rodillo, estirar la masa a un espesor de 0,5 cm y cortar las galletas con los cortapastas de nuestra elección. Congelar las galletas durante 30 minutos mientras. Precalentar mientras tanto el horno a 180º. Hornear las galletas durante 12-15 minutos si son de tamaño mediano, o 6-8 minutos si son pequeñas como las de la foto. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla y guardar en un recipiente hermético.
Nota: Para la decoración de las hojas, utilizar un cuchillo redondo para hacer incisiones no demasiado profundas en cada galleta, imitando las nervaduras de las hojas, antes de congelarlas.
Fuente: “Chocolate” - Sandra Mangas - Editorial Aguilar Ocio. Se puede comprar online aquí.
8 comentarios:
Ahora vamos a tener que casarnos de verdad :)
Geniales!!
Una pregunta: ¿no se usa la yema de huevo entonces?
Gracias
Glò
No @Sistergloss, sólo la clara!
:-)
Vaya Fabi, qué bueno verte por tu cocina de nuevo y si lo haces con unas galletas me enganchas.
Un beso.
sono felice di ritrovarti qui, sulle tue pagine, a scrivere ricette "d'oro" accompagnate dalle tue (sempre) splendide fotografie. Che dire? Per me, in questo momento, la tua ricetta contiene un po' troppo burro (in casa ci sarebbe sicuramente qualcuno che se la sbafa... ma per me stare solo a guardare sarebbe una sofferenza ;) ), ma è impossibile non segnarsi i tuoi biscotti, che so già prima o poi mi indurranno a fare qualche strappo alla regola!
Un bacio grosso grosso! <3
Estas galletitas son un bocado de dioses!!!
Saludos
La fotografía es buenísima, el texto digno de una artista enamorada de su obra. La inspiración, Chocolate, un Dios que nos une a muchos y sin cautela su exceso nos mata. El manual de como comer a trocitos esa porción divina es fabuloso. Gracias!
¡Me encanta la receta! La haré muy pronto, seguro ;)
Me gustaría mucho que pasaras por mi nuevo blog (http://chocolateyavivir.blogspot.es/) :)
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