lunes, 27 de septiembre de 2010

Daring Bakers Septiembre 2010: Galletas decoradas



The September 2010 Daring Bakers’ challenge was hosted by Mandy of “What the Fruitcake?!” Mandy challenged everyone to make Decorated Sugar Cookies based on recipes from Peggy Porschen and The Joy of Baking.

Cuando leí en qué consistía el reto de este mes no me lo podía creer: Cookies decoradas!
El tema: Septiembre, interpretado libremente por cada uno, y para mí es el mes en el que empiezo a pensar en el otoño, en el frío que espero con tantas ganas, incluso en la Navidad! Por eso decidí hacer unas galletas más bien otoñales, y dejándome llevar, también algunas que anticipan el mes de noviembre y el día de Acción de Gracias.

Llevo más de un año pensando en hacer galletas decoradas y sin decidirme nunca, siempre hay alguna otra cosa que hacer y además al no haberlas hecho nunca tenía miedo del resultado pero para ser la primera vez estoy super contenta del resultado y pienso perfeccionarlo con el tiempo aunque me va a costar mucho. Tengo un problemilla con los tendones de las manos y de los brazos que transforman la tarea de decorar, a priori tan divertida, en un auténtico suplicio de dolores y calambres pero quizá por eso valoro todavía más el resultado y aunque normalmente soy muy perfeccionista y muy exigente conmigo misma, en este caso he decidido ser más indulgente.




He pasado un año comprando montones de cortadores de galletas, colorantes, biberones, listones de madera para estirar las masas con precisión, y lo último que me faltaba eran unas boquillas extra del número 2 y algún adaptador adicional para poder decorar todo de una sentada. Las boquillas fui a comprarlas el otro día a Club Cocina. Si no habéis estado y vivís en Madrid os lo recomiendo, ese pequeño local es para nosotros los aficionados a la repostería lo que un Toys’r’us para un niño, es decir, el paraíso. También podéis comprar on-line si no vivís en Madrid u os pilla lejos.








Las recetas en las que se basa Mandy, nuestra anfitriona de este mes, son las de Peggy Porschen, autora de libros como “Cake Chic”, “Romantic Cakes” o “Pretty Party Cakes” y Stephanie Jaworski, autora de una de mis páginas de cocina favoritas, Joy of baking.

Yo he preferido utilizar la receta de Valery Peterson y Janice Fryer, autoras de varios libros sobre decoración de galletas. Yo de momento sólo tengo uno, “Cookie Craft.” Lo conocí gracias a Trotamundos y a Bea, que hablan maravillas de él, así que se lo encargué a mi prima que vive en los USA y me trajo la edición “chula”, encuadernada en pastas duras y con un papel precioso. Es fantástico, en mi opinión es de las mejores inversiones que puede realizar alguien que quiera empezar a decorar galletas por lo sencillo y claro de sus explicaciones.






Así que vamos a la receta. Se trata de la receta básica de galletas de mantequilla (en el libro vienen, además, otras tres versiones: chocolate, frutos secos y jengibre, este último especial para la época navideña) que yo he preparado según las instrucciones y después dividido en tres partes para obtener tres sabores diferentes como explicaré después. También he empleado varias técnicas de decoración, así que como veréis, para ser la primera vez, me he complicado bastante la existencia pero me siento como un niño con zapatos nuevos (mejor dicho, como yo misma con zapatos nuevos, o no he mencionado nunca aquí mi adicción al calzado, sólo comparable a Carrie Bradshaw, el personaje que encarna Sarah Jessica Parker en “Sex and the city”?)


Bueno, a lo que vamos, dejo de enrollarme y os dejo con la receta y las explicaciones.

Ingredientes para galletas de mantequilla básicas:

3 tazas de harina
226 grs de mantequilla
1 taza de azúcar
1 pizca de sal
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura de un limón
Un chorrito de leche si fuera necesario para ligar la masa






Preparación:

Tamizar la harina y la sal y reservar.

En el procesador, batir a velocidad alta la mantequilla con el azúcar hasta que esté bien cremosa. Añadir el huevo, la esencia de vainilla y la ralladura de limón.
Bajar la velocidad e incorporar la harina poco a poco hasta que esté perfectamente integrada. Si fuera necesario, añadir un chorrito de leche.
Si queréis hacer las galletas coloreadas, ahora es el momento de añadir el colorante.
Yo en este punto dividí la masa en tres partes. Una la dejé tal y como estaba, a la segunda le añadí 2 cucharadas abundantes de sirope de arce y 3 cucharadas soperas de harina, y a la tercera 2 cucharadas soperas de té matcha y unas gotas de leche.

Con cada una de las tres partes el procedimiento es el mismo: se forma con cada porción una bola aplastada y se deja reposar un ratito en la nevera cubierta con film antes de ponernos a trabajar con ella (es importante sobre todo en verano porque la masa contiene mucha mantequilla y se ablanda muy rápidamente) y sólo trabajaremos con una porción a la vez, dejando las otras en la nevera mientras tanto.

Colocaremos la masa sobre una hoja de papel sulfurizado. A los lados colocaremos los listones de 5 mm (a no ser que tengáis un rodillo graduado Joseph o similar) y estiraremos hasta llegar al grosor deseado.







El tiempo de cocción varía según el tamaño de la galleta. Las más pequeñas pueden estar listas incluso en 4-5 minutos, mientras que las muy grandes pueden tardar hasta 14-15. En todo caso un indicador muy fiable es el color: cuando los bordes empiezan a dorarse ligeramente es el momento de sacarlas del horno. En ese momento tendrán un aspecto tierno, a lo mejor os parece que no están del todo hechas, pero como todas las galletas endurecen cuando se enfrían.

Al sacarlas las dejaremos un minuto o dos sobre la misma placa y después las pasaremos a rejilla para que se enfríen.

Ya tenemos listas nuestras galletas, que son, como dicen Valerie y Janice, los lienzos sobre los cuales daremos rienda suelta a nuestra creatividad. Pero antes, otro poquito de trabajo: hay que preparar la glasa.







Será de dos tipos o dos consistencias:

Una para el delineado o escritura (“piping”)
Otra para el rellenado (“flooding”)

Para piping utilizaremos:

2 tazas de azúcar glacé
3 cucharadas de claras pasteurizadas (yo no tenía pasteurizadas y usé dos claras de huevo grandes)
1 cucharada de agua tibia
1 cucharada de zumo de limón

Para fllooding los ingredientes son:

2 tazas de azúcar glacé
3 cucharadas de claras pasteurizadas
3 cucharadas de agua tibia
1 cucharada de zumo de limón

Preparación en ambos casos:

Se procesan todos los ingredientes en el robot durante cinco minutos a velocidad alta.

La consistencia final para piping debe ser como la de la pasta de dientes, y la del flooding como la nata. Cuando saquemos ambas preparaciones del procesador estarán un poco más líquidas que esto pero no hay que preocuparse porque espesan en muy poco tiempo.

Añadimos los colorantes, teniendo en cuenta que el flooding llevará un poquito más de cantidad por estar más “aguado” y no hay cantidades fijas, tendremos que ir a ojo para imitar el color lo mejor posible.

Por último rellenaremos rápidamente una manga con una boquilla del nº 2 para piping y un biberón por cada color de flooding. Una vez que tengamos todo bien dispuesto y ordenado en nuestra mesa de trabajo podemos empezar, sin olvidarnos de tener a mano tijeras, palillos de dientes, papel de cocina, trapo húmedo, y todo lo demás que vayamos a utilizar dependiendo de la técnica que hayamos elegido. En mi caso, como veréis después, azúcar moreno y chuches.

El procedimiento es simple, aunque requiere pulso y práctica. Primero delinearemos cada galleta con el color elegido, y después rellenaremos con el color correspondiente. Para esta última operación nos ayudaremos con un palillo de dientes, y siempre empezando desde el centro de la galleta para terminar en los bordes.







Técnicas que he empleado en cada caso:


Galletas aromatizadas con té Matcha:

Piping verde para crear las nervaduras de las hojas

Hojas y ardillas al sirope de arce:

Piping + flooding naranja

Piping + flooding naranja + piping rojo

Piping + flooding naranja + azúcar moreno

Piping + flooding naranja + flooding rojo (mezclado con la ayuda de un palillo para crear los remolinos)

Pavos (Galletas básicas con vainilla y limón):

Piping blanco usado como pegamento para montar las galletas (Base en forma de lápida, círculo del cuerpo + círculo de la cabeza)

Piping rojo para los ojos

Piping naranja para el pico y las patas

Piping blanco usado como pegamento para fijar las chuches

En este caso las galletas utilizadas son de 3 mm de espesor en lugar de 5 mm, ya que al estar formada por dos capas era excesivo hacerlas de 5 mm cada una, y no era necesario un grosor mayor puesto que no tenían que soportar el peso de la glasa.










En resumen, una primera experiencia fantástica y divertida que espero repetir en breve con algunas ideas que tengo para Halloween, Thanksgiving y Navidad. A ver cuántas consigo poner en práctica!




Os dejo con uno de mis últimos "juguetes": una amiga fue a Londres este verano y le encargué este sello que había conocido gracias a Bea. No pude resistir la tentación de estrenarlo inmediatamente. Aquí tenéis el resultado:




A que es una monada?




:-)



jueves, 23 de septiembre de 2010

Helado de chocolate - Whole Kitchen propuesta dulce Septiembre 2010



Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Septiembre nos invita a preparar un Helado Casero.




Receta básica de helado de vainilla (yo en esta ocasión he hecho sólo de chocolate)


HELADO DE VAINILLA DOBLE DE TAHITÍ




Ingredientes:



1 vaina de vainilla, preferiblemente de Tahití
720 ml. de nata líquida
240 ml. de leche
175 gr. de azúcar
4 yemas de huevo
1 cdta. de extracto de vainilla de Tahití
una pizca de sal.




Preparación:



Con la punta de un cuchillo, cortamos longitudinalmente la vaina de vainilla por la mitad, y raspamos las semillas negras. Reservamos.
En un cazo añadimos la nata, la leche, las semillas y las vainas que hemos cortado, la cocemos a fuego medio hasta que empiece a hervir, momento en el cual la retiramos. Lo tapamos y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos.
Pasado este tiempo, añadimos el azúcar y la sal. Ponemos nuevamente a fuego medio y removemos de vez en cuando hasta que veamos que el azúcar está disuelto, aproximadamente unos 5 minutos. Retiramos Dejamos entibiar. Retiramos las vainas.
Batimos las yemas de huevo en un bol mediano y sobre estos vamos añadiendo gradualmente la mezcla. Batimos hasta integrar. Ponemos nuevamente la mezcla en el cazo y dejamos cocer a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese y adquiera una consistencia parecida al de la natilla (pero sin que llegue a hervir, sino el huevo se cortará).







Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego lo refrigeramos hasta que la crema esté muy fría un mínimo de 4 horas y un máximo de 2 días. Lo sacamos y añadimos el extracto de vainilla, y volvemos a remover hasta integrarla.
Vertimos la mezcla en el recipiente de la heladera y seguimos las instrucciones del fabricante, lo congelamos y lo dejamos enfriar hasta que podamos hacer bolas, unas 3 horas mínimo.
Si no tenemos heladera pondremos la mezcla un recipiente apto para el congelador (lo ideal es uno de acero inoxidable, ya que el metal acelera el proceso de congelación) y lo dejamos una hora aproximadamente. Pasado este tiempo, lo sacamos del congelador, (ya habrá congelado ligeramente sobre todo por los bordes), y con unas varillas o un batidor eléctrico, batimos enérgicamente para romper los hielos que se hayan formado, lo introducimos nuevamente en el congelador y volemos a repetir esta operación cada 40 minutas 3 o 4 veces más o hasta que veamos que tiene una textura cremosa.
Si deseamos podemos añadirle frutos secos, fruta fresca, chisp de chocolate, cookies, o cualquier otro ingrediente que nos guste, ya que el helado de vainilla es la base de muchos otros sabores.
Si queremos hacerlo de chocolate, sólo tendremos que eliminar la vaina de vainilla y añadir 5 cucharadas soperas de cacao en polvo a la mezcla y calentar, antes de añadir los huevos.





Yo no tengo heladera e hice todo el proceso a mano pero no es nada trabajoso, sólo hay que recordar sacar el helado del congelador y batirlo en los tiempos indicados. Antes de congelar añadí el extracto de vainilla y chocolate de cobertura troceado.


A la hora de servir acompañé con unos trocitos de Angel Food Cake de menta (la receta original del Angel Food Cake aquí, la única modificación es susituir los extractos originales por licor de menta y añadir un par de gotas de colorante verde en gel, en mi caso Americolor)



Decoré con cacao en polvo, chocolate fundido, trocitos de chocolate y pralin de avellanas (receta aquí)











miércoles, 22 de septiembre de 2010

Galletitas rosas de Reims - Biscuits roses de Reims




Hacía tiempo que tenía ganas de hacer estas galletas que he visto muchas veces en los últimos años, sobre todo utilizadas como bases de charlotas u otro tipo de pasteles, y durante las vacaciones me decidí.

Seguí la receta de Isa pero a falta de los moldes específicos para este tipo de galleta las hice en placa de horno y las corté cuando aún no se habían enfriado del todo. Creo que el resultado es bastante parecido.

Transcribo la explicación de Isa sobre la historia de estas galletas.

“Nacieron en Reims hacia 1690.Un panadero quiso aprovechar el calor del horno de pan entre dos hornadas. Tuvo la idea de hacer una masa especial y cocerla dos veces (de donde viene el nombre bizcocho, bis-cuit, es decir, dos veces cocido)

En su origen estas galletas eran blancas. Por querer aromatizarlas añadió esencia de vainilla pero esto manchó la masa, así que para ocultar las manchas añadió colorante rojo de cochinilla maquillando así su error. Y así es como nació la riquísima galletita rosa de Reims. Modesta, rectangular, sólo con un velo de azúcar en polvo, no se basta a sí misma: hay que mojarla para que revele sus cualidades. Acompaña al champán y también combina bien con la ratafía, el oporto o un simple café con leche. Fue muy apreciada por grandes gourmets como el rey Carlos X, Leopoldo II de Bélgica, los zares rusos, o la marquesa de Polignac."









Ingredientes para 72 galletas:

5 huevos de tamaño grande (250 grs. aprox)
290 grs de azúcar
Una pizca de sal
225 grs de harina
112 grs de fécula de maíz
1 cucharadita de té de levadura química
3 gotas de colorante rojo en gel
Azúcar glacé para espolvorear








Preparación:

Precalentar el horno a 180º.
Batir en el robot los huevos con el azúcar, la sal y el colorante hasta que hayan aumentado al doble de su tamaño.
Mientras tanto tamizar la harina, la fécula y la levadura.
Fuera del robot, mezclar delicadamente ambas preparaciones con la ayuda de una espátula.










Forrar una placa de 30 x 40 de bordes altos con papel sulfurizado y llenarla con la masa.
Espolvorear generosamente con azúcar glacé y dejar que haga costra (15-20 minutos)
Justo antes de meter la placa en el horno, volver a espolvorear generosamente con azúcar glacé.
Hornear durante unos 12-14 minutos, o hasta que veamos que los bordes están muy ligeramente dorados.
Dejar enfriar 5 minutos y cortar en rectángulos. Pasar a rejilla para que se terminen de enfriar.





lunes, 20 de septiembre de 2010

Sorteo primer aniversario Fabsfood


Un año, 99 seguidores en el momento en que escribo estas líneas, un montón de conocimientos adquiridos y de experiencias compartidas con todos vosotros... No le puedo pedir más a mi blog ni a vosotros, os estoy muy agradecida y quiero celebrar este primer año con el sorteo de unos pequeños regalitos. Para participar sólo es necesario dejar un comentario en esta entrada en el que tenéis que dejar vuestra dirección de correo electrónico para que yo pueda contactar con el ganador y pedirle su dirección. No importa en qué ciudad o país resida el ganador, estaré encantada de enviarle su premio a donde sea.

El plazo para participar se abre ahora mismo y termina el miércoles 20 de octubre. Publicaré un post con el resultado del sorteo el día 22 de octubre.

Pero querréis saber cuáles son los premios, no? Pues aquí los tenéis. El ganador se lleva:


1. “Totally muffins cookbook”, un simpático librito en miniatura con un montón de recetas de muffins dulces y salados




2. Una caja de cestillos metálicos de colores para bombones




3. Dos cortapastas ideales para la Navidad (sí amigos, la Navidad está a la vuelta de la esquina, no me digáis que no podéis sentirla en el aire... y en los escaparates!) Uno de ellos con forma de calcetín...









... y el otro con forma de paquete de regalo






4. Un tarro de mix Ariosto para condimentar pescado








Espero vuestra participación, no me falléis!







jueves, 16 de septiembre de 2010

Crema de cebollas





Se va terminando el verano y empieza a apetecer comer una cremita suave y perfumada como ésta, verdad?


Ingredientes:

600 grs. de pan
400 grs. de cebollas
400 ml de leche desnatada
400 ml de caldo de verduras
40 grs de harina
2 cucharadas de AOVE
Mejorana
Tomillo
Perejil
Cebollino
Pimentón dulce
Sal
Pimienta


Preparación:
Cortar la cebolla en juliana, sofreírla en el aceite y espolvorear con la harina, sofriéndola también unos segundos.

Añadir la leche y el caldo. Cubrir y dejar cocer tapado durante 30 minutos a fuego moderado.

Pasado este tiempo condimentamos con sal, pimienta y tomillo en abundancia. Procesar hasta obtener una crema densa y homogénea. Reservar.

Tostar el pan cortado en cubitos y espolvoreado con las hierbas aromáticas y el pimentón dulce.

Servir la crema con los picatostes y decorar con unas ramitas de tomillo y mejorana.


Fuente: "Goloso ma light", suplemento al número de agosto de la revista La Cucina Italiana.


martes, 14 de septiembre de 2010

Minicroissants de avellana


Como todos vosotros tengo una lista de pendientes que no sé cuándo podré ponerme al día con ella. Tengo mis libros de cocina y de repostería acribillados de banderitas de post-it y una lista en mi I-phone clasificada por primeros, segundos, tartas, galletas, cupcakes, eventos, etc. Hace poco leía que Bea tiene todo organizado hasta mayo, yo no me atrevo a poner fecha por si me surgen imprevistos pero por ahí andará la cosa. Da un poco de miedo.
El caso es que cuando Lola publicó esta receta me surgió uno de esos imprevistos.
Supe que mi alma no recuperaría el sosiego hasta que hiciera estas galletas. Cuando leí que uno de sus hijos chocoadictos las prefería a las de chocolate, yo que soy chocoadicta desde la fase embrionaria me dije: "Ya estás tardando."
Lola, no sé si darte las gracias o guardarte rencor por descubrirme esta receta de Eryn (por supuesto lo digo de broma!)
Así que puse manos a la obra y lo primero que hice fue el pralin. No he hecho mucha cantidad, han sido para ser exactos 170 grs. de avellanas y el mismo peso en azúcar. La cantidad que sale es respetable, teniendo en cuenta que el sabor a avellana es tan concentrado que hay que usarlo en pequeñas dosis.
Preparación del pralin:
Se calienta al fuego una sartén de fondo grueso y se tuestan los frutos secos durante 5 minutos, después se apartan y se dejan enfriar un poco. Se vuelve a poner la sartén al fuego vivo, se pone el azúcar y los frutos, cuando la mezcla empieza ahumear se baja el fuego y se revuelve para que las almendras y avellanas se envuelvan bien con el caramelo.Cuando el caramelo está a punto (cuando empiece a oscurecer un poco), se echa encima de un papel sulfurizado, se extiende bien la mezcla y se deja enfriar.





Cuando ya está frío, se parte en trozos y se mete en una picadora o similar, es mejor hacerlo por partes, se pica hasta que se obtiene una mezcla más bien gruesa, con trocitos irregulares.
Hasta aquí la explicación literal de Lola. Me permito añadir que el aroma que desprende la preparación es indescriptible, para mí es un concentrado de recuerdos felices de la niñez, cuando estaba deseando que llegara la Navidad para comer turrón de pralin, y no como ahora, que a la vuelta de la playa nos esperan dos mil marcas de turrón en el supermercado. Ya no tiene la misma emoción, no señor.



Y ahora la receta tal y como la explica Lola. La he seguido al pie de la letra, excepto que las hice más pequeñas y me salieron unas 40. Exquisitas, en serio, probad porque merece la pena.

Ingredientes:

125 gr. de harina

90 gr. de mantequilla muy fria cortada en cubitos

50 gr. de avellanas (sin quitarles la piel si la tienen)

30 gr. de azúcar

30 gr. de azúcar vainillada

1 cucharada de pralin

1 pizca de bicarbonato

1 pizca de sal

Azúcar glacé para espolvorear


Preparación:

Triturar las avellanas con su piel hasta reducirlas a polvo, sin exagerar para que no lleguen a soltar el aceite.

Poner en un bol la mantequilla bien fría, el azúcar, la mitad del azúcar vainillada, el polvo de avellanas, la harina, el bicarbonato, la sal y el pralin.

Mezclar con la punta de los dedos, hasta que la mantequilla esté bien integrada y la mezcla tenga aspecto arenoso. En este punto amasarla un poco, lo justo para formar una bola.

Envolverla en un film de cocina y dejarla reposar en el frigo al menos durante una hora.Pasado este tiempo, precalentar el horno a 180º, sacar la masa del frigorífico y dividirla en 20 bolitas de unos 15 gr. más o menos cada una, formar un pequeño cilindro afinando un poco las puntas y ponerlo sobre una placa de horno recubierta con papel sulfurizado, curvándolas un poco para darles la forma de croissant.

Con el dorso de un cuchillo hacer cuatro marcas sobre la superficie de cada galleta. Hornear durante unos 15 minutos.

Mezclar el azúcar glas con el resto del azúcar vainillada y espolvorear generosamente las galletas recién sacadas del horno.


Moussaka - Whole Kitchen propuesta salada Septiembre 2010


Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de Septiembre nos invita a preparar todo un clásico de la cocina tradicional griega, una Musaca.

Transcribo literalmente la receta desde la página del Círculo Whole Kitchen por falta de tiempo y porque la explicación de la historia del plato así como de su elaboración son excelentes.

La musaca o moussaka es un plato de la cocina tradicional de los Balcanes pero internacionalmente conocido a través de la gastronomía griega. Con origen árabe, su nombre proviene de la palabra saqqa'a que significa "congelar" o "quedarse blanco".
Si nos ceñimos a la receta de las islas Helenas se trata de un pastel de tres capas: berenjenas sofritas en aceite, carne de cordero guisada y machacado con tomates y una última capa de salsa blanca. Comúnmente se añaden calabacines, champiñones, patatas o incluso se cambia o se omite la carne. Se suele gratinar con queso o pan.
En muchos otros países nos encontramos variaciones de este plato: en Inglaterra lo acompañan de una última capa de puré de patatas, en los Balcanes se corona con una crema de similar textura a las natillas, y en el mundo árabe es un aperitivo frío de berenjenas y tomates.
INGREDIENTES:

1 kg berenjenas
2 cebollas grandes
3 dientes de ajo
750 gr. de carne de cordero (o de ternera)
400 gr. de tomate triturado
1/2 vaso de vino tinto
1 cdta. de canela
1 cdta. de menta (o hierbabuena)
sal
pimienta
salsa bechamel
queso
salsa bechamel
100 gr. de harina
100 gr. de mantequilla
800 ml de leche
nuez moscada
sal
pimienta

PREPARACIÓN:

Empezamos preparando las berenjenas, para ello la cortamos en rodajas gruesas, unos 6-8 mm. Una vez cortadas las pasamos a un bol y le añadimos sal y las dejamos reposar durante unos 30 minutos, de esta forman pierdan sus amargor y parte del agua que tienen.
Transcurrido este tiempo ponemos las berenjenas en agua fría unos minutos, las escurrimos y las secamos con papel absorbente.
Ahora tenemos dos opciones, freír las berenjenas o asarlas, si optamos por freírlas pondremos abundante aceite en una sartén, y cuando esté caliente vamos añadiendo las berenjenas hasta que adquieran un tono dorado. Si las hacemos asadas, las ponemos en una bandeja de horno, las engrasamos con un poco de aceite y las dejamos asar hasta que se doren (horno a 200º).
Continuamos y en una sartén grande ponemos un poco de aceite y cuando esté caliente añadimos los ajos picados en trozos pequeños, cocinamos unos minutos, hasta que empiecen adquirir a cambiar de tono, momento en el cual añadimos la cebolla (cortada también en trozos pequeños) y la dejamos freír hasta que adquiera un tono dorado.
En este momento añadimos la carne picada, la canela, la sal y la pimienta, y la dejamos cocinar durante unos 10 minutos a fuego medio. Seguidamente añadimos el tomate triturado y lo dejamos cocinar unos 5 minutos y finalmente le añadimos el vino, continuamos cocinando hasta reducir y de esta forma conseguir que no nos quede aguado, unos 15 minutos aproximadamente.
Ahora preparamos nuestra bechamel, para ello ponemos en un cazo a fuego medio la mantequilla, la dejamos derretir, añadimos la harina y la dejamos cocer durante 30-40 segundos, removiendo constantemente con una cuchara de madera hasta que la roux tenga un color amarillo pálido.
Incorporamos la leche caliente, la sal, la pimienta y la nuez moscada, y seguimos moviendo hasta que la salsa tenga un aspecto homogéneo y sedoso. Si os quedan grumos lo podéis arreglar batiendo suavemente con una batidora.
Ahora empezamos a montar el plato, para ello engrasaremos la fuente con un poco de aceite y disponemos una capa de berenjenas, otra de capa de carne, repetimos, otra de berenjena y otra de carne, continuamos con una capa de bechamel y culminamos con el queso rallado.
Lo introducimos en el horno precalentado a 180º y lo dejamos hornear durante unos 30 minutos. Si el queso no os ha quedado lo suficientemente dorado, le ponemos unos minutos el grill, hasta que adquiera el tono dordado deseado.




jueves, 9 de septiembre de 2010

Calzone rapido de piña y jamón con especias Ariosto


*** Edito ***

Se me ha olvidado un ingrediente del relleno sin el cual no sería lo mismo: la mozzarella rallada! Disculpad el despiste.

El de hoy es un post "2 en 1" porque os traigo una receta y una información que espero os parezca útil.

Primero la receta de este calzone o empanada que se hace en un abrir y cerrar de ojos con ingredientes que tenemos normalmente en casa. O vosotros no sois de los que tenéis siempre una lata de piña en la despensa? Ah, bueno...

:-)

Ingredientes:

- 1 plancha de hojaldre
- 3 cucharadas de tomate triturado
- 1 cucharadita de mezcla de especias Ariosto para salsas de tomate
- 1 loncha de jamón de York cortada en trocitos
- 2 rodajas de piña cortada en trocitos
- 50 grs. de mozzarella rallada

Preparación:

Colocar el hojaldre extendido sobre una placa de horno forrada con papel sulfurizado.
Distribuir por encima el tomate, las especias, el jamón, la piña y la mozzarella. Cerrar en forma de empanada.
Hornear a 180º durante 35 minutos aprox., sacar, pintar con una gota de aceite y espolvorear con semillas de amapola.





Ahora la información:
De las especias Ariosto me gusta la ventaja que supone tener siempre a mano sabores especiales para añadir a la comida, sabores que se conservan muy bien en el tiempo y que hacen nuestros platos especiales. Pero hay algo que me gusta aún más.
Las mezclas contienen sal, pero es sal marina procedente de salinas de Sicilia y no está tan refinada ni pulverizada como otras, por lo que no da como resultado platos muy salados.
Alguno pensará que sería mejor que no llevaran sal y es cierto, pero también es cierto que la propia sal hace de conservante de las especias puesto que esta marca, y esto es lo que más me atrae de sus productos, no emplea colorantes ni conservantes ni potenciadores de sabor.
Y aquí es donde yo quería venir a parar: al tema de los potenciadores de sabor, y más concretamente de uno que está presente en muchos de los alimentos que compramos envasados: el glutamato monosódico, normalmente identificado como E-621.
El glutamato monosódico es una sal sódica derivada del ácido glutámico. Este último es un aminoácido, pero el glutamato, recordémoslo, no lo es. Se trata de una sal, más baja en sodio que la sal común, que se encuentra presente en muchos alimentos de forma natural, sobre todo en los tomates, en verduras y setas y en dos tipos de queso (casualmente dos de mis favoritos): el Roquefort y el Parmesano. Al parecer se encuentra presente incluso en la leche materna.
La versión sintetizada químicamente se utiliza en la industria alimentaria desde hace décadas y hay estudios que avalan su seguridad. Sus defensores entre otras cosas afirman que contiene una menor cantidad de sodio que la sal común y que por lo tanto reduce el riesgo de cardiopatías.
Pero después de varias décadas de uso indiscriminado surgen voces de alarma sobre los efectos que produce este aditivo en el organismo.
Hay estudios que sugieren una relación estrecha entre el uso del glutamato monosódico y ciertos daños neurológicos, concretamente se asocia a enfermedades neurodegenerativas. Se está estudiando en ratas de laboratorio y al parecer la ingesta de dosis elevadas en ratas recién nacidas destruye completamente el núcleo arcuato del hipotálamo. Yo obviamente no soy experta en la materia, pero si el hipotálamo es el centro integrador de nuestro sistema nervioso vegetativo no creo que la cosa sea como para echarle tierra encima, al menos hasta que haya estudios más concluyentes.
Lo que sí está demostrado (y en mi opinión esto de por sí bastaría para prohibir o al menos imponer duras restricciones al uso de este aditivo) es que produce un apetito desmedido, sobre todo en los adolescentes. Eso hace que tengamos la sensación de que no podemos parar de comer determinado alimento una vez que abrimos la bolsa. De hecho hay quien recomienda dar alimentos con este aditivo a los ancianos que pierden el apetito.
Cuando supe todo esto empecé a atar cabos. Lo primero que recordé fue el primer eslogan de ese famoso snack de patata que viene en un tubo y por el que muchos nos volvemos locos. Lo recordáis? Era "Cuando haces pop ya no hay stop." Y me dije a mí misma: "La m**** que les p****! Pues claro que no hay stop, si lo que le ponen es casi una droga! Y ese snack no es el único con el que he experimentado ese tipo de sensación. A partir de ahí he empezado a mirar con más atención las etiquetas. Creedme, merece la pena. Parece una obviedad, y sin embargo vamos siempre con tantas prisas que no nos paramos a leer las etiquetas de lo que compramos, pero si lo hiciéramos nos llevaríamos más de una sorpresa.
Personalmente desearía que prohibieran este aditivo y otros muchos que se emplean en la industria alimentaria, porque estoy convencida de que la mayoría sirven sólo para alargar la fecha de caducidad de los alimentos y mejorar su aspecto y eso no creo que compense por la cantidad de "daños colaterales" que podemos sufrir a largo plazo.
No soy ortoréxica, no me considero una fundamentalista de la alimentación, no voy a dejar de comer patatas fritas u otro tipo de snacks de vez en cuando pero creo que los más indefensos ante lo artificial y potencialmente dañino de los productos envasados son los niños. Ellos dependen de lo que nosotros les demos y si no sabemos muy bien lo que les estamos dando para comer les estamos proporcionando un futuro más que dudoso y una salud a precaria a medio y largo plazo, no creéis?
Me encantaría que muchos me dejárais vuestra opinión al respecto y si hay alguien por ahí con más conocimientos del tema me encantaría que lo compartiera. Dejo abierto el debate. Ahora veremos si alguien me hace caso ^-^

lunes, 6 de septiembre de 2010

Manchamanteles - Concurso de recetas mexicanas Lazyblog/Kitchen Club


Esta es mi aportación al concurso de recetas mexicanas organizado por Paco. Animaos a participar, aún estáis a tiempo porque el plazo para publicar y comunicar en el blog de Paco la receta finaliza el 15 de septiembre.

El premio es un curso de cocina mexicana que tendrá lugar el 26 de septiembre.
Y por si no lo sabéis, en Kitchen Club, sponsor de este evento, está Andrés Madrigal, chef que además de sus otras actividades tiene un programa en Canal Cocina que se llama "Alta cocina Low cost", en el que nos enseña cómo quedar de fábula con nuestros invitados preparando platos rápidos de diseño impecable con ingredientes de lujo y sin cargarnos el presupuesto del mes.


Para más información sobre el concurso pinchad en el logo


Y sin más, la receta del manchamanteles, un plato riquísimo (más para el invierno que para los calores que aún tenemos, pero delicioso de todas maneras) Es, quizá, uno de los moles menos conocidos en Europa, pero a mí me cautivó desde la primera vez que lo probé. Llevaba siglos sin hacerlo y este concurso me ha dado una excusa magnífica para ponerme manos a la obra.


Ingredientes para 4 personas:


1/2 pollo en trozos
1/2 kilo de carne de cerdo para guisar en tacos (la receta tradicional indica tajadas, pero para mi gusto queda más tierna en tacos)
2 chiles anchos, preferentemente tipo pasilla (yo no conseguí chiles auténticos, usé como sustitutos dos pimientos orgánicos cultivados en un pueblo de Salamanca, muy dulces y aromáticos)
1 kilo de tomates rojos (en mi caso orgánicos también, del mismo pueblo de Salamanca, cortesía de mi cuñada, mi hermano y mi sobrino, que siempre me traen de su pueblo "souvenirs gastronómicos. Muchas gracias como siempre!)
2 plátanos machos
2 rodajas de piña natural
2 cebolletas
Azúcar, orégano, canela, cominos


Preparación:

Poner tres ó cuatro cucharadas de AOVE en el fondo del recipiente de cocción. Marcar las carnes hasta que estén doraditas. Cubrirlas de suficiente agua con sal y cocer a fuego bajo durante una hora. No olvidéis espumar dos o tres veces durante la cocción.






Freír los plátanos machos en rodajas y reservar.

Sofreír las cebolletas, el chile (pimiento en este caso) pelado y desvenado y los tomates en poco AOVE.

Ahora preparamos el mole. Quien tenga tiempo, en mortero tradicional. Quien, como yo, vaya siempre corriendo, tenga invitados ese día y sean las 11:00 y aún no haya preparado el postre que requiere 4 horas de frío como mínimo, que se encomiende a la Virgen de las Santas Prisas Cocineras para que le perdone el sacrilegio y eche mano de la minipimer.

Explico los dos métodos:

- En mortero (o mojalquete como dicen en México): Ponemos en el mortero los cominos, la canela, el orégano, la sal y el azúcar con una gotita de AOVE y majamos hasta que esté todo bien deshecho. Cuando lo hayamos conseguido vamos incorporando poco a poco las verduras del sofrito no demasiado escurridas, hasta que las hayamos integrado todas y tengamos una crema.

- En batidora de vaso: se ponen las verduras y todos los condimentos en el vaso y se procesa hasta que esté todo bien deshecho.

Añadimos este mole a la olla donde están cociendo las carnes. Incorporamos ahora los plátanos fritos y la piña cortada en trocitos. En este punto podemos hacer dos cosas:

- Continuar la cocción hasta que el caldo esté bien espeso y la carne muy tierna.

- Llevar el recipiente al horno si lo admite, o cambiarlo a una cocotte o a una pyrex que cubriremos con aluminio (mi caso) y tenerlo a 140º un par de horitas. Durante este tiempo abriremos un par de veces el horno y moveremos un poco para asegurarnos de que todo se empapa bien en el mole.






La perfección es servirlo con tortillas de maíz y unos frijoles negros.

Espero que os animéis a probarlo y que lo disfrutéis. Y sobre todo espero ganar el premio je je je je je!