Dos recetas que he preparado usando las muestras que tan amablemente me ha mandado Harinas Santa Rita, productos que por su calidad recomiendo a todos. Me enviaron:
-Mezcla para croquetas y bechamel
-Mezcla para tempura
-Preparado para pan. Este último aún no lo he utilizado, espero poder hacerlo en unos días.
Ravioli de calabaza
Desde la primera vez que probé estos ravioli me enamoré de ellos. El relleno cremoso de calabaza con un ligero sabor de almendra amarga es algo muy especial.
Lo suyo es preparar el relleno de esta pasta usando amaretti (galletitas muy similares a los macarons, con sabor a almendra amarga) pero yo no tenía amaretti, ni tiempo de hacerlos, ni licor Amaretto para conseguir ese sabor tan característico. Además estaba deseando probar los productos Santa Rita, así que el primero que estrené fue el preparado para croquetas y bechamel. Tenía la intuición de que haría un relleno rico y cremoso junto con la calabaza y no me equivoqué.
El sabor a almendras se consigue muy bien con unas gotas de esencia de almendra.
Y sin más os dejo con la receta, que espero que os animéis a probar.
Ingredientes para los ravioli:
400 grs de harina
4 huevos
Una pizca de sal
AOVE por si fuera necesario para ablandar la masa.
Preparación:
Tamizar la harina sobre la mesa de trabajo en forma de volcán.
Hacer un hueco en medio y cascar dentro los huevos (suena feo, lo sé, pero así es como se hace)
Amasar removiendo con los dedos hasta que esté toda la harina incorporada y seguir amasando hasta conseguir una masa compacta y elástica. Si resultara demasiado dura se le puede añadir aceite de oliva en cantidades muy pequeñas hasta conseguir esa elasticidad necesaria para trabajar la masa.
Cuando ya tenemos nuestra bola de masa preparada, la cubrimos con film y la dejamos reposar media hora al fresco.
Si no tenemos ya preparado el relleno podemos hacerlo en este momento.
Ingredientes para el relleno:
1/2 kg de calabaza
1 cebolla pequeña
Mantequilla, c.n.
Sal gruesa
Preparado para croquetas y bechamel Santa Rita
Pimienta blanca
Nuez moscada
Esencia de almendra
Preparación del relleno:
Pelamos la calabaza y la cortamos en trocitos muy pequeños. La ponemos en una fuente de horno forrada con papel sulfurizado o con hoja de aluminio con unos trocitos de mantequilla mezclados dentro y salamos con sal gruesa. La asamos durante unos 40 minutos a 200º.
Mientras tanto sofreímos la cebolla en un poquito de mantequilla hasta que esté dorada. Añadimos 4 cucharadas de mezcla de croquetas Santa Rita, tostamos bien e incorporamos poco a poco la leche removiendo con varilla para que no queden grumos (aunque sospecho que con este preparado es difícil que se hagan grumos porque está perfectamente suelto y aireado)
Sacamos la calabaza del horno y la reducimos a puré. Yo lo hago con tenedor, queda tan tierna que no cuesta ningún esfuerzo y así el relleno queda con más cuerpo.
Ya fuera del fuego mezclamos ambas preparaciones, probamos de sal y condimentamos con pimienta, nuez moscada y unas gotas de esencia de almendra.
Extendemos el relleno para que se entibie y retomamos la masa de ravioli.
Enharinamos ligeramente la mesa de trabajo y depositamos en ella la mitad de la masa, reservando la otra en la nevera.
Recomiendo estirar entre papeles, yo no lo hice y me arrepentí porque ese día hacía muchísimo calor y la masa, que de por sí es difícil de estirar porque es como el chicle, con una tendencia a encogerse bastante cabreante, se ponía pegajosa, con lo que tuve que enharinar varias veces rodillo y superficie.
La masa tiene que quedar finísima, incluso de medio milímetro de espesor si es posible. Hacen falta brazos y codos bien entrenados y mucha paciencia pero vale la pena.
Una vez que tenemos estirada la mitad de la masa, depositamos el relleno sobre ella a montoncitos.
Estiramos la otra mitad de la masa y la ponemos encima de la anterior con mucho cuidado de que no se nos rompa. Previamente habremos pasado los dedos mojados en agua por todas los huecos que nos queden entre los montoncitos de relleno para que ambas mitades de la masa se peguen sin problemas ejerciendo una ligera presión de los dedos.
Formamos los ravioli cortando con una rueda dentada.
Cocemos en abundante agua salada (yo cuento un minuto después de que estén flotando completamente horizontales) y condimentamos con mantequilla, salvia picada muy finita y queso parmesano rallado.
Champiñones en tempura al pimentón de la Vera
Fueron la guarnición del secreto con cerezas del post anterior y muchos me han preguntado cómo la hago. No tiene ningún misterio, habitualmente la hago exactamente igual que os voy a explicar a continuación sólo que uso harina normal. En esta ocasión probé la mezcla para tempura Santa Rita y el resultado fue maravilloso: una fritura crujiente, delicada, nada grasa y con el toque especial que le da el pimentón de la Vera.
Ingredientes:
12 champiñones
6 cucharadas soperas de mezcla de tempura Santa Rita
2-3 cucharaditas de las de té de pimentón de la Vera ahumado, según vuestro gusto. Los valientes también pueden utilizar la variedad picante.
75-100 ml de cerveza, dependiendo de vuestro gusto, es decir, si os gusta la tempura más espesa o más fina. En ambos casos con este preparado queda muy bien ligada.
75 ml de agua helada
Preparación:
Yo primero ablando los champiñones en el microondas, no me gusta el champiñón crudo excepto en carpaccio, así que le doy 6-8 minutos a máxima potencia dependiendo del tamaño y queda tierno pero aún al dente. Los dejo escurrir por lo menos media hora para que suelten el exceso de líquido.
Para hacer la tempura mezclamos todos los ingredientes con varilla. Igual que en el caso de la mezcla de bechamel, la de tempura se mezcla muy bien sin dejar grumos.
Empapamos los champiñones en la tempura y freímos en abundante aceite caliente. Dejamos sobre papel absorbente hasta el momento de servir.